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Marcelino Marcos, en la Junta General. ÁLEX PIÑA
«Si hubiéramos aceptado la gratuidad del 0 a 3, Podemos habría salido con otro argumento»

«Si hubiéramos aceptado la gratuidad del 0 a 3, Podemos habría salido con otro argumento»

Entrevista a Marcelino Marcos Líndez - Portavoz del grupo parlamentario del PSOE

Ana Moriyón

Gijón

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Lunes, 1 de enero 2018, 17:24

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Marcelino Marcos Líndez asumió la portavocía del grupo parlamentario socialista el pasado mes de junio, en sustitución de Fernando Lastra, que fue nombrado consejero de Fomento tras la dimisión de Belén Fernández. En esta entrevista habla del fracaso de la negociación presupuestaria y atribuye la decisión de Podemos de rechazar las cuentas a una «estrategia política»que, vaticina, le pasará factura en las próximas elecciones.

–¿Qué parte de la responsabilidad de este fracaso debe asumir el PSOE?

–Decir que hay que tratar de repartir las responsabilidades es ya un tópico. Lógicamente nosotros tendremos la nuestra, pero se da la circunstancia de que quizá después de muchos años éste era el presupuesto más expansivo, lo que nos dio más margen para hacer concesiones, dentro de lo razonable. Creo que en el documento se recogían muchas de las propuestas tanto de IUcomo de Podemos y, de hecho, fuimos capaces de alcanzar el acuerdo con la coalición. Con Podemos, sin embargo, no.

–¿A qué cree que fue debido?

–No creo que fuera porque no encuentren un reflejo claro de sus pretensiones. Lo veo más como una estrategia política que ya se repite durante los últimos tres años, el tratar de evitar un acuerdo con el PSOE. Creo además que esto les pilló en mitad de un proceso interno donde, como a todos los que pasamos por este tipo de procesos, muchas veces se te puede ir la mano a la hora de tratar de ganar más apoyo electoral. Y eso se nota. Porque en condiciones normales no hay un argumento sólido y objetivo que pueda explicar el que no se haya alcanzado un acuerdo. Han renunciado incluso a una reducción del 50% para las familias en el 0 a 3, y han preferido que la reducción sea de cero euros.

–Podemos dice que no se ha aceptado ninguna de sus demandas, salvo la oficina anticorrupción.

–No es cierto. En materia de vivienda se introdujeron bastantes asuntos que ellos han planteado. En materia de investigación y desarrollo, lo mismo. En materia sanitaria, también. Lo que pasa es que ellos no valoran que se dé estabilidad a la plantilla estructural, aumentándola, y plantean que se tiene que incrementar la plantilla en términos absolutos, sin ningún tipo de rigor o una explicación razonable.

«Es una pena que después de tres años no hayamos sido capaces de alcanzar ni un solo acuerdo con Podemos. Les pasará factura electoral»

–¿Tienen la impresión de que, ofrecieran lo que ofrecieran a Podemos, no iban a conseguir su apoyo?

–Tengo la impresión de que si hubiéramos aceptado la gratuidad del 0 a 3, habrían salido con otro argumento.

–Y con esa impresión, ¿por qué se mantuvo la negociación con Podemos hasta el final?

–Uno tiene esa sensación al final, pero no se puede anticipar al resultado. Y el deseo pesa más.

–El PP dijo ofrecer su apoyo. ¿Por qué en esta ocasión no se planteó un pacto con la derecha?

–El PP trata de trasladar el mensaje de que estuvo hasta última hora esperando para firmar un posible acuerdo, pero no es cierto. Es un escaparate puro y duro porque no se apartó en ningún momento de la fiscalidad. Si realmente quieres aprobar los presupuestos y, como dicen, tienen la pretensión de avanzar hacia la gratuidad del 0 a 3, podrían haber adoptado una posición diferente cuando hay una oferta sobre la mesa de una reducción del 50% del precio. Y no lo hicieron.

–¿No era sincera su propuesta de acuerdo?

–El PP se desgañita defendiendo la universalidad y la gratuidad del 0 a 3, pero hace pocas semanas se abstuvo en el Congreso ante una propuesta de Unidos Podemos que iba en esa línea. Debería tener más rigor a la hora de defender las mismas propuestas en un sitio u otro. Pero lo que hace es destapar las vergüenzas y perder credibilidad. Cuando yo veo que el PP no actúa en un sentido a nivel nacional, no me traslada ningún tipo de credibilidad que pretenda hacerlo aquí, o que traslade que es lo que pretende hacer aquí. No me lo creo.

–Ese mismo argumento utiliza Podemos con el PSOE. Miquel Iceta prometió en campaña electoral hacer «universal, pública y gratuita» la etapa de 0 a 3.

– Nosotros tenemos mucho interés en clarificar qué modelo de 0 a 3 queremos para Asturias, aunque una comunidad no puede garantizar la universalidad. Pero Podemos no quiere saber qué va a pasar con las 500 mujeres que están trabajando en las escuelas infantiles, o está esperando a comprarse una camiseta y ponérsela cuando llegue el momento. Anosotros sí nos preocupan. Y eso no se puede resolver de la noche a la mañana. Pero además queremos alcanzar un acuerdo mayoritario y que no esté supeditado a un cambio político, y que la red llegue a todos los rincones de Asturias, porque no se puede pretender la gratuidad para los que tienen el servicio y que los demás se queden de brazos cruzados. Es injusto y no es social.

NEGOCIACIÓN CON LA FSA

–¿Hasta qué punto condicionó la nueva dirección de la FSA las directrices en la negociación presupuestaria y que no se pactara con la derecha?

–La FSA, el grupo parlamentario y el Gobierno participaron en todo momento en este proceso con total transparencia, como siempre ocurrió. No es novedad. La única diferencia es que ahora la dirección del partido no forma parte directamente del consejo de gobierno, pero siempre ha participado como hasta ahora con total transparencia, con total lealtad y en consonancia. No creo que eso haya influido directamente en nada.

–La FSA sí intervino para cerrar el acuerdo con IU.

–Estamos hablando de un acuerdo entre fuerzas políticas. Pero al final es una cuestión de formas, ni mucho menos yo entiendo que haya sido necesaria la intervención de la FSA para el desbloqueo. Los compromisos ya habían sido adquiridos en el seno de la negociación y tan válido fue ese acuerdo como lo que luego se ratificó por parte de las direcciones políticas.

–Toda la oposición, incluida IU, fue muy crítica durante la negociación y reprochó la «falta de cintura» por parte del Gobierno y la «falta de interés» por parte del propio Javier Fernández. Me imagino que usted no lo comparte...

–Para nada. Al fin y al cabo la persona que estuvo durante todo el proceso y tuvo el peso en la negociación fue la propia consejera de Hacienda. Y lógicamente el estar ella garantiza que Javier Fernández está al corriente de todo.

–La prórroga supone una complejidad añadida, pero ¿existe voluntad de mantener el acuerdo con IU?

–Hay algunos compromisos que estaban vinculados a la aprobación de los presupuestos, como la ley de emergencia, y otros eran guiños hacia Podemos, como la unidad anticorrupción, que también tenía una asignación presupuestaria. Pero ahora hay que empezar de cero. Lo que no se puede pretender es que asumamos compromisos cuando no hay un respaldo suficiente.

–Hay algunos compromisos que no estaban vinculados a una asignación económica, que eran más políticos, como el relativo a los planes de empleo.

–Lógicamente, eso se va a mantener porque existe interés por parte del Gobierno. Pero lo que tiene que ver con las partidas presupuestarias va a depender mucho de la cuantía, de las prioridades del Gobierno y de las de quienes estén dispuestos a llegar a un acuerdo a partir de ahora con los créditos extraordinarios.

–El fracaso de esta negociación ha vuelto a constatar la quiebra de la izquierda. ¿Teme que también afecte a la capacidad de legislar en lo que resta de legislatura?

–Me niego aceptar el fracaso de la izquierda. Los partidos que nos consideramos de izquierda hemos conseguido un acuerdo, como hemos hecho en muchas ocasiones. Este acuerdo no ha sido suficiente porque en Podemos, que no se considera de la izquierda, ha podido mucho más el rencor que el rigor y la responsabilidad. Y eso es una pena. Es una pena que, después de tres años, no hayamos sido capaces de alcanzar ni un solo acuerdo con Podemos. Estoy convencido de que va a tener repercusión electoral, que los asturianos van a pasar factura a esta forma de hacer política.

–PSOEe IU no suman escaños suficientes para aprobar leyes. ¿Será complicado con este escenario político sacar las leyes pendientes adelante?

–Estoy convencido de que la ley de transparencia y buen gobierno saldrá adelante. Sería un fracaso de todo el Parlamento acabar la legislatura y no haber sido capaces de aprobarla. Espero que reine la sensatez.

–Y la de la reforma electoral...

–La reforma electoral fue impulsada por varias fuerzas, pero al final las pretensiones que podíamos tener eran muy ambiciosas y chocaban con el rigor jurídico. Y nosotros siempre vamos a estar respaldando los informes jurídicos aunque no nos gusten. Es una máxima de este grupo parlamentario.

–O sea, que duda de que llegue a buen puerto.

–Lo veo complicado... Hay más hierba que ‘tená’ en el Parlamento. Perdemos demasiado el tiempo en asuntos que pueden tener un interés político, pero que no tienen un interés social y que dejan menos espacio para lo que realmente tenemos que hacer aquí.

–¿Cree que se perdió el tiempo con las comisiones de investigación?

–Sin duda. Y eso resta espacio para lo que interesa a la gente, que es que tratemos de legislar con rigor y que seamos capaces de poder defender aquellos aspectos sociales que afectan a la gente.

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