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SANDRA S. FERRERÍA
OVIEDO.
Miércoles, 1 de abril 2020, 01:01
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Si las medidas de confinamiento surten efecto y los casos positivos descienden, cabe la posibilidad de que el próximo 11 de abril se levante la orden de confinamiento, «aunque no será automático de un día para otro». Al menos esa es la previsión que maneja el presidente del Principado, Adrián Barbón, quien cree que ese levantamiento de la restricciones se llevará de manera «progresiva». A su juicio, si no se hace así, «corremos el riesgo de que haya algún vector de contagio y se reanude el contagio». Por ello, apuesta por adoptar, llegado el momento, «un proceso gradual» de la suspensión del estado de alarma. O lo que es lo mismo, que se lleve a cabo «por territorios, dependiendo de la afectación de cada uno».
Así lo defendió ayer durante una entrevista en la cadena Ser, en la que hizo hincapié en la necesidad de «unidad de acción» durante esta crisis sanitaria. Después, según explicó el presidente del Principado, será el momento de «rendir» cuentas. «El tiempo de la política y el debate volverá. Cuando pase la crisis sanitaria, volveremos a la normalidad y será el momento en el que los partidos puedan exigir y dar explicaciones», aseguró.
El jefe del Ejecutivo regional no quiso responder a quienes profieren críticas sobre la gestión de la crisis. «Me parece un error que haya gente que quiera abrir debates hoy cuando la ciudadanía está preocupada por su salud y por su futuro económico», recalcó. Tras la crisis sanitaria «llegarán nuevas decisiones» políticas y económicas y Barbón reconoció que habrá que hacer modificaciones presupuestarias.
Las medidas que el Principado viene tomando en Asturias desde que comenzó el problema sanitario ascienden a 20 millones de euros. «A lo mejor hace falta un crédito extraordinario», que se tramitaría en la Junta General, y otras modificaciones «puntuales» que se pueden hacer sobre el presupuesto en vigor.
Respecto a la economía municipal, Barbón también se mostró «partidario» de que los ayuntamientos asturianos puedan invertir en obra pública, «para generar actividad económica una vez que pase la crisis sanitaria», el superávit que tienen retenido por el Gobierno central: 412 millones de euros.
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Por otra parte, el presidente del Principado volvió a defender a la industria asturiana como actividad esencial, a la vez que volvió a reconocer la «ambigüedad» del real decreto aprobado el domingo por el Gobierno. El lunes, a última hora de la noche, el Principado y la Delegación del Gobierno en Asturias consensuaron una lista de más de 30 empresas asturianas industriales y sus auxiliares que podrán seguir operando. «La Consejería de Industria ha hecho una interpretación lo más abierta posible permitiendo la continuidad de esa industria vital para nosotros», indicó.
Asimismo, el presidente del Principado reconoció que «hay que ir a mayores restricciones», pero teniendo en cuenta «determinadas situaciones, como nuestra gran industria».
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