IU cierra la puerta a Podemos al elegir una coordinadora sin el sector crítico

Los que ayer aguantaron hasta el final de la XII Asamblea de Izquierda Unida celebrada en Gijón se marcharon satisfechos. La nueva coordinadora obtuvo un total de 183 votos a favor de los 193 delegados inscritos y 9 en blanco. Los cien nombres que conformarán este órgano pertenecen al sector mayoritario de IU de Asturias -formado por varias corrientes, entre las que se encuentran los afines a Fernando Díaz Rañón y los próximos al actual coordinador, Alejandro Suárez-, una vez que los 'críticos' decidieron no presentar ninguna candidatura alternativa. Sobre este hecho, el coordinador general, Alejandro Suárez valoró que «no hablaría de fracaso, sino de algo que no es satisfactorio, se trata de una controversia política que habrá que afrontar».

De ahí el matiz sobre las sensaciones positivas, ya que, aún siendo mayoría, solo era común entre aquellos que esperaron a que sonara 'La Internacional' y se bajase el telón. Casi un centenar lo había hecho mucho antes. Como han venido manteniendo «y en un ejercicio de coherencia», según expresan, no reconocen a la dirección saliente. De hecho, ya han redactado un escrito de impugnación que remitirán hoy a la Comisión Federal de Arbitraje y Garantías. La principal controversia es el método de elección de la nueva Coordinadora, por delegados en vez de sufragio universal. Antonio Giganto, portavoz de este grupo crítico culpa a «un sector encabezado por la antigua dirección de Izquierda Unida por llevar a esta fractura». En este mismo movimiento se integran otros dirigentes destacados, como Juan Ponte, concejal de Mieres y número dos en la candidatura de Unidas Podemos al Congreso, o Gabriela Álvarez, coordinadora de IU en Gozón.

Los asesores jurídicos de unos y otros consideran que la razón está de su parte. A un lado esgrimen que existe un plazo hasta junio para adaptar los Estatutos a la federación asturiana; al otro, que esta misma normativa especifica en su artículo 7.b que «con independencia de que las federaciones tengan personalidad jurídica propia o no, actuarán dentro del respeto y cumplimiento del ámbito competencial atribuido en los presentes estatutos». En esta melé, mañana se reúne en Madrid la Comisión Colegiada en cuyo segundo punto del orden del día figura la Asamblea celebrada ayer. Se cuenta con que sea un mero formalismo y que no se entre al fondo de la cuestión pero será la primera oportunidad para visibilizar cómo ha caído lo sucedido.

De momento, y antes de que el pulso cruce el Huerna, las posiciones enconadas ya tiñeron cuanto acaeció durante la Asamblea. Con todo, la baja proporción de críticos sobre el total de asistentes -un 30%- facilitó que sus enmiendas fueran tumbadas y el documento político saliera adelante por amplia mayoría. Este vuelve a ser un portazo a la coalición con Podemos, otro de los debates cerrados en falso en los últimos años. El texto aprobado es claro y crítico. En su punto 3.3 analiza cómo «el proceso de confluencia, hasta el momento, no ha dado sus frutos en Asturias» y reivindica la decisión de presentarse separadamente en los comicios autonómicos porque «no hay motivos para creer que -conjuntamente- hubiera mejorado nada». En esta línea se expresó la diputada Ángela Vallina: «Hay una mayoría que tiene muy claro cual es su modelo de partido y cómo quiere seguir en Izquierda Unida en Asturias».

La excepción a los dimes y diretes llegó con la resolución por la que se pide la reprobación de la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, mediante la votación de una iniciativa en la Junta General. Es decisión viene motivada, entre otros, por el castigo que supone para la región sus medidas de reducción de emisiones de CO2.

A la espera de la resolución sobre la impugnación, la siguiente cita serán las primarias para elegir al coordinador general. En las quinielas va ganando el diputado Ovidio Zapico, quien se deja querer, pero ayer, preguntado al respecto, respondía que «ya habrá tiempo para ese debate». Por parte del sector crítico, Juan Ponte parece el señalado para dar el paso aunque tampoco quiso confirmar si finalmente lo haría. Otros nombres en la palestra son el del coordinador de IU en Gijón, Faustino Sabio, y el alcalde Morción, Maximino García.