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Albert Rivera y Pablo Casado, en una imagen de archivo. EFE
Ciudadanos se desmarca de la estrategia de bloqueo del PP contra los Presupuestos

Ciudadanos se desmarca de la estrategia de bloqueo del PP contra los Presupuestos

El partido de Rivera presenta una enmienda a la totalidad que pone en marcha la tramitación de la ley de estabilidad

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Jueves, 1 de enero 1970

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Ciudadanos dejará de hacer piña con el PP para bloquear 'sine die' la tramitación de iniciativas legislativas cruciales para el Ejecutivo de Pedro Sánchez, entre ellas, la simbólica reforma de la ley de estabilidad presupuestaria. El partido que dirige Albert Rivera dio este lunes muestras de esta decisión al presentar una enmienda de totalidad al texto con el que el PSOE y sus socios pretenden evitar que el Senado impida la aprobación de los objetivos de déficit con los que se elaboran las cuentas públicas.

La reforma de la ley de estabilidad presupuestaria se convirtió el pasado septiembre en el centro de una fiera batalla entre los socialitas y los populares, que en 2012 introdujeron una modificación por la que se otorgó a la Cámara Alta la capacidad de vetar la senda de déficit y deuda que pueda aprobar el Congreso. En la práctica, dado que el PP tiene mayoría absoluta en el Senado, el veto permite al primer partido de la oposición impedir que el Ejecutivo elabore los Presupuestos con un objetivo de déficit mayor al actual. En concreto, de un 1,8% en vez del 1,3% (unos 6.000 millones de euros de diferencia para el conjunto de las administraciones públicas).

El mes pasado, el PP y Ciudadanos se opusieron a que la iniciativa para arrebatar al Senado ese poder excepcional, que no se da en ninguna otra ley, se tramitara por la vía de urgencia como pretendía el PSOE y sus aliados en la moción de censura contra Mariano Rajoy. Y, desde entonces, han ido pidiendo ampliaciones del plazo de enmiendas para tratar de retenerla y ralentizar su tramitación. Hasta este lunes.

Ciudadanos sostiene, para enfado del PP, que nunca ha tenido ánimo obstruccionista y que simplemente pidió tiempo para estudiar la propuesta y presentar su alternativa. En este caso, la formación de Rivera plantea una enmienda a la totalidad que, en realidad, tampoco pone las cosas mucho más fáciles al PSOE. Pretende, sí, que el Congreso pueda levantar el veto del Senado pero sólo con una mayoría de tres quintos, es decir, de 210 diputados. Eso les convertiría en imprescindibles, puesto que los socios de la moción de censura suman 180.

En una nota, la formación liberal aclara además que el hecho de que vaya a empezar a discutirse en el Congreso la reforma no implica que pueda estar en vigor en el plazo deseado por el Ejecutivo, que ya se había resignado a presentar los Presupuestos en diciembre con la más restrictiva senda de déficit del 1,3%.

Para empezar, superado el debate de totalidad se abre el plazo de enmiendas parciales, que no tiene plazo máximo. Si el PP y Ciudadanos coinciden en pedir ampliaciones marcarán los tiempos. Y los de Rivera avisan: «al seguir el trámite ordinario (ya que se negó el de urgencia) no estaría en disposición de concluirse antes del verano de 2019».

Informe de la Abogacía

Existe cierta discusión entre los grupos sobre si el Gobierno puede o no remitir a la Cámara las cuentas sin haber aprobado en el Congreso previamente una nueva senda de estabilidad. El Gobierno -que vio cómo sus propios socios le tumbaban en julio los objetivos previstos precisamente porque querían forzar la reforma de la ley de estabilidad-tenía que haber vuelto a someterlos a votación un mes después. No lo hizo porque quiere esperar a que la reforma esté en vigor.

Los populares ponen en duda que en esas condiciones puedan tramitarse las cuentas. Pero Hacienda asegura que un informe de la Abogacía de Estado avala la tramitación de los Presupuestos sin senda aprobada en el año en curso porque, aunque haya que ratificarlos año a año, los objetivos de déficit y deuda (que deben contar con el visto bueno de Bruselas) se fijan de manera trianual. Bastaría así con que el Ejecutivo se atenga a las cifras previamente establecidas, en este caso, un déficit del 1,8%.

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