El Gobierno central plantea un tipo mínimo autonómico para Sucesiones y Patrimonio

La ministra de Hacienda en funciones no solo ha escuchado los ruegos de Adrián Barbón y otros barones socialistas en relación a la necesidad de avanzar hacia la armonización fiscal para poner fin con la competencia entre comunidades sino que, también, ha dibujado ya fórmulas concretas para trabajar en esa línea.

María Jesús Montero propone establecer un tipo mínimo en impuestos como Sucesiones y Donaciones y Patrimonio, cedidos a las comunidades autónomas, para acabar con las rebajas fiscales que han adoptado algunas regiones que tienen una capacidad recaudatoria superior, y que pueden permitirse este tipo de medidas.

El caso de Madrid, por su condición de capitalidad, y donde estos dos tributos prácticamente han desaparecido -el mínimo exento es del 99%-, es el ejemplo más destacado y citado. Su competencia a la baja ha provocado un contagio en las rebajas fiscales de otras comunidades vecinas. «Patrimonio o Sucesiones están delegados, pero debe haber un rango para evitar que en la práctica el impuesto se elimine, que es lo que ha pasado con Sucesiones en muchas comunidades», comentó la titular de Hacienda en una reciente entrevista radiofónica.

En Asturias el Gobierno regional ha decidido no ampliar la exención en Sucesiones más allá de los 300.000 euros por heredero, que es el marco actual.

La ministra entiende «compatible» la autonomía fiscal con una armonización que no provoque «desigualdades inexplicables en el conjunto del territorio». De esta forma parece descartar la propuesta realizada por el presidente valenciano, el también socialista Ximo Puig, que pasa por devolver al Estado algunos de estos impuestos cedidos cuya gestión por parte de las comunidades ha provocado desigualdades importantes entre comunidades.

Tanto el Gobierno del Principado como la Federación Socialista Asturiana (FSA) defienden la necesidad de negociar una revisión del sistema fiscal y avanzar hacia la armonización. Y hacerlo, además, en el marco del debate que se pretende abrir en la próxima legislatura para reformar el modelo de financiación autonómica. Sin embargo, desde Asturias se entiende prematuro aventurar fórmulas concretas y priorizan la búsqueda de un planteamiento común con el resto de los grupos políticos de la Junta para poder defender «con más fuerza» los intereses de la región en la futura negociación que se lleve a cabo en Madrid.

No obstante, la idea que tiene en mente Adrián Barbón no parece que pase por devolver la gestión de estos impuestos al Estado. No en vano, después de la primera reunión mantenida con los portavoces del resto de los grupos parlamentarios para abordar este asunto, reconoció la necesidad de la armonización fiscal, pero matizó que su Gobierno no busca acabar con los «márgenes de maniobra» que tienen las comunidades. Lo que pretende, puntualizó, es acabar con el «dumping fiscal y la competencia» entre regiones que, argumentó, «no responde a un modelo armonizado de lo autonómico».

Una percepción con la que coincide la ministra de Hacienda. «Claro que se produce dumping fiscal o espiral fiscal a la baja. Se va contagiando el sistema y cuando te das cuenta no es que se ha bajado sino que se ha deslegitimado y ha habido una campaña de desprestigio», advirtió Montero, que sostiene que como consecuencia «ahora la mayoría de ciudadanos no entienden por qué tienen que existir» impuestos como el de Sucesiones.