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María Luisa Carcedo, en la sede de la Federación Socialista Asturiana. ÁLEX PIÑA
«Lo importante es proteger a la infancia, no quién se lleve el mérito de tramitar la ley»

«Lo importante es proteger a la infancia, no quién se lleve el mérito de tramitar la ley»

«Me da pena, no voy a ser cínica, pero la vida política es así y llevo muchos años aquí para no haberlo aprendido». María Luisa Carcedo. Exministra de Sanidad y diputada nacional por Asturias

ANA MORIYÓN

OVIEDO.

Domingo, 23 de febrero 2020, 03:15

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María Luisa Carcedo (San Martín del Rey Aurelio, 1953) fue ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social desde septiembre de 2018 hasta el pasado mes de enero, cuando la cartera fue troceada en el nuevo Gobierno de coalición y fue sustituida por Salvador Illa (al frente de Sanidad), Alberto Garzón (como ministro de Consumo) y Pablo Iglesias (titular de Derechos Sociales). Un relevo que ella misma atribuye a «encajes» necesarios para garantizar la gobernabilidad y que asume con máximo respeto. No oculta, eso sí, que le da «pena» ver cómo otros ponen ahora el broche final a políticas que su equipo dejó sobre la mesa.

-Es usted la única que, públicamente, no frunció el ceño cuando supo que Asturias se quedaba fuera del Gobierno.

-Cuando estás en política sabes que las reglas del juego son las que son y que lo que prima es el interés general. Había que hacer un Gobierno de coalición para evitar unas terceras elecciones y la solución requirió que algunas personas tuviéramos que abandonar porque hay áreas que son más preferidas por otras organizaciones políticas.

-El ministerio de Salud quedó en manos del PSOE.

-También ahí hubo que hacer encajes. En todo caso, la gestión que se hizo está ahí y creo que aprovechamos al máximo los meses para colocar en la agenda estas políticas que ahora estoy segura de que tendrán continuidad.

-Esas reglas del juego y encajes de los que habla implicaron que se nombrara a un ministro de Salud sin experiencia en el sector. ¿Es el perfil más adecuado?

-A veces, por salvar lo principal, que es que se consolide un Gobierno, hay que encajar a personas de distintas procedencias. Pero en Sanidad no solo decide el ministro, que es importante, para aspectos más técnicos están el resto de cargos y Tino Blanco y el resto del equipo que trabajaba conmigo, bien conocedor de la materia, siguen allí. Al ministro le supondrá un esfuerzo añadido, pero eso no invalida su acción política.

-¿Ha pagado de alguna manera la cuota catalana?

-¿Cuota catalana? Bueno, él es catalán, del PSC, es evidente. Encajó en ese ministerio y ya está.

-¿No le chirría escuchar ahora a Pablo Iglesias anunciar políticas en las que usted estaba trabajando hasta hace bien poco?

-Lo que se hizo está ahí. La ley de protección de la infancia contra la violencia estaba ya ahí, tramitada y con todos los informes.

-Él se va a llevar el mérito...

-No me importa quién se lleve el mérito. Me importa proteger a la infancia. Con tal de que la ley salga adelante lo otro me da igual. Nosotros pasamos, pero las políticas deben de quedar.

-¿No le da pena?

-Hombre, claro que me da pena, no voy a ser cínica. Pero la vida política es así y llevo muchos años aquí para no haberlo aprendido.

-Su salida del Gobierno ha dado munición a la oposición, que dice que Asturias no tiene influencia en Madrid. ¿La tiene?

-No es tanto la procedencia de las personas que estén en el Consejo de Ministros como las materias que se defienden y ahí no hay ninguna duda de que el Gobierno central y el Principado comparten proyecto político.

-La imagen que llega a Asturias es que Sánchez nos debe 75 millones del IVA mientras 'riega' a Cataluña con 4.200 millones.

-El agravio comparativo funciona bien cuando no hay otros argumentos y aquí no es necesario usar este tipo de agravios para defender que Asturias siempre estuvo en la agenda de los gobiernos socialistas. No hay más que comprobar las inversiones anuales per cápita.

-El esperado borrador del estatuto de las electrointensivas se ha quedado insuficiente incluso en opinión del Principado. ¿Entiende que la industria asturiana no esté muy contenta con Teresa Ribera?

-La industria asturiana defiende sus intereses, los empresarios los suyos y el Principado los intereses de Asturias. Es evidente. Y ahora cada uno tiene la legitimidad de defenderlos presentado las alegaciones a un documento que tiene que responder a este nuevo modelo productivo que ya está aquí. No podemos estar en ensoñaciones del pasado.

-Dieciséis meses de ministra le dieron para mucho. ¿De qué se siente más orgullosa?

-De haber colocado no solo la pobreza infantil sino la violencia contra los niños en la agenda política y, desde el punto de vista sanitario, de incorporar las medicinas más avanzadas en nuestro sistema general de salud de forma ordenada para que no desequilibren las cuentas públicas, pero para que tengan carácter universal. También de ordenar las pseudociencias para que quede claro que la medicina que se practica en nuestro país es la basada en la evidencia científica.

-Tuvo además como diputada el privilegio de presentar la ley de la eutanasia.

-Fue una iniciativa muy mimada desde el punto de vista político, porque la preparamos desde el partido, y había trabajado mucho en su redacción. Es una ley con un contenido social muy alto, no solo sanitario, que da respuesta al sufrimiento de muchas personas. Creo que hay que acercarse a este asunto desde un punto de vista humano, de consideración, de respeto y de compasión con las personas que sufren estas situaciones y sus familias. Por que no estamos hablando solo de sufrimiento sino de integridad física, psicológica y dignidad.

-De lo que se libró como ministra fue del coronavirus. ¿Debemos preocuparnos?

-Hay que situarlo en su contexto. En España hubo dos personas portadoras del virus, pero que no eran enfermas. No podemos hablar ni de alarma sanitaria ni mucho menos de alarma social. El impacto mediático fue un poco desproporcionado.

-¿Estamos preparados para una epidemia como la de China?

-Tenemos un sistema sanitario mejor que el chino.

-Usted no ha llegado a compartir Consejo de Ministros con Unidas Podemos, que el propio Pedro Sánchez dijo en su momento que le quitaría el sueño...

-El objetivo del presidente del Gobierno entonces y ahora era que hubiera un solo Gobierno, una única voz, y eso se está cumpliendo. En este tiempo se está demostrando que es posible que dos fuerzas que tienen coincidencias en términos globales y discrepancias en algún enfoque pueden perfectamente compartir un programa de gobierno para un momento concreto.

-No sin polémicas. El encuentro de José Luis Ábalos en el aeropuerto con Delcy Rodríguez está dando mucho de qué hablar. ¿Mentir sobre ese asunto fue un error?

-No mintió. Respondió a diferentes preguntas en distintos momentos. Pero en política siempre algún asunto puede suscitar polémica y más si es sobre Venezuela. A la derecha española si les falta Venezuela y Cataluña no tienen de qué hablar.

-¿Hasta dónde está dispuesto a ceder Sánchez con los independentistas a cambio de los presupuestos?

-En Cataluña existe un problemón y es evidente que no se resuelve solo judicialmente, como pretendía Mariano Rajoy, aunque hay que afrontarlo. Pero extraer que hay compromisos de no sé qué tipo que pueden perjudicar al resto de los españoles con una formación política que se abstuvo en la investidura es concluir demasiado y muy torcidamente. No hay más intención que la de resolver un conflicto que debería de interesarnos a todos para volver a la normalidad.

-Es ERC la que presume de tener la llave y pone sobre la mesa sus condiciones...

-Si otros votaran a favor de las cuentas o se abstuvieran no caerían los presupuestos. Pero tenemos una derecha que está instalada en el cuanto peor, mejor, y tampoco veo la presión social de responsabilidad que, en otro momento, existió sobre el PSOE y tanto coste interno supuso para este partido.

-Otro tema espinoso es el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal general. ¿No cree que perjudica la imagen de imparcialidad que se presupone de ese cargo?

-Como ministra gestionas recursos públicos por el interés general, no gestionas asuntos de partido. Es una presunción un poco tendenciosa.

-Cuando escucha a Felipe González decir que no se siente representado por el PSOE. ¿Cree que este tipo de críticas son constructivas o destructivas?

-Habiendo tenido responsabilidades tan importantes en el partido hay algunas declaraciones que yo creo que deben evitarse. Más allá de que coincidas más o menos con los planteamientos actuales, el respeto a la organización y sobre todo a no debilitarla debe estar siempre presente. Yo soy muy respetuosa con mi organización en la que milito voluntariamente.

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