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ATLAS ESPAÑA
Viernes, 19 de julio 2019, 19:55
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Un conductor consumiendo froga al volante. Las imágenes captadas desde el aire serán llevadas ante un juez y probablemente será condenado. Pero en la mayoría de los casos los conductores drogados se libran por falta de pruebas. De las 56.173 condenas en 2018 por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas, menos de 200 fueron sólo por drogas porque no se podía probar. Por eso la Fiscalía le ha dado un documento a los agentes de las carreteras. Un acta para que determinen hasta qué punto el conductor va drogado: si habla de forma clara, si sabe determinar la hora o el día de la semana o si puede contar hasta 20 de dos en dos; también el tamaño de su pupila en ese momento. Todo podrá ser grabado en vídeo y esos datos servirán como prueba en un juicio.-Redacción-
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