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Génova impone a Alonso el acuerdo con Ciudadanos que rechaza el PP vasco

Génova impone a Alonso el acuerdo con Ciudadanos que rechaza el PP vasco

La nueva coalición en el País Vasco se llamará PP+Ciudadanos y garantiza «dos puestos de salida» en las listas a la formación naranja

OCTAVIO IGEA

Viernes, 21 de febrero 2020

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Las direcciones nacionales de PP y Cs han cerrado esta tarde el pacto para coaligarse en las elecciones autonómicas del 5-A en el País Vasco. Un acuerdo que Génova ha refrendado pese a la oposición de Alfonso Alonso y los populares vascos, que consideran «inasumible» las cesiones realizadas al partido liberal. La coalición se denominará 'PP+Cs' y otorga a la formación naranja «dos puestos de salida» en las listas electorales, lo que, en principio, garantiza el estreno de la marca en el Parlamento. Dirigentes del PP vasco afines a Alonso consideran una «humillación política» el paso que ha dado Pablo Casado.

El pacto firmado arrincona a presidente de los populares vascos, ya que atribuye al PP la potestad de designar al candidato a lehendakari de la coalición obviando que Pablo Casado ya refrendó a Alonso la semana pasada. El documento también garantiza que Cs «respetará» la foralidad y «aceptará» el Concierto Económico, conceptos contra los que el partido naranja ha cargado en reiteradas ocasiones durante los últimos años.

La negociación de la entente ha provocado una guerra abierta en el PP. Alfonso Alonso se ha plantado ante la dirección nacional y ahora tiene la pelota en su tejado. «O acepta el acuerdo o se tendrá que ir», aseguran portavoces de Génova, que consideran oportunas las cesiones después de que Feijóo impidiera el acuerdo en Galicia. El presidente del PP vasco ha optado por no acudir esta mañana a una reunión a la que había sido convocado en Madrid para revisar y firmar el acuerdo definitivo con la formación naranja. Alonso, que queda en una situación más que delicada, ha rechazado avalar el pacto con los liberales porque «desconoce» un contenido que ha ido concretándose «a sus espaldas», y del que su ejecutiva ha ido enterándose a través de los medios de comunicación.

El enfrentamiento entre el equipo de Alonso y la dirección de Pablo Casado viene cocinándose a fuego lento desde hace meses, pero el clima se ha vuelto irrespirable desde que portavoces de Cs desvelaran ayer que el pacto de coalición les iba a permitir colocar a dos de sus candidatos como 'números dos' de las candidaturas por Bizkaia y Álava. Ajeno a lo que se negociaba en Madrid, Alonso advirtió a través de las redes sociales, y en varias comunicaciones con Génova, que la propuesta es «inasumible».

Los hechos se han desencadenado a partir de ese momento. Alonso fue citado por la 'número tres' de la dirección nacional, Ana Beltrán, a las doce de la noche de ayer vía 'Whatsapp'. Se le requería que estuviera a primera hora de la mañana en Génova para cerrar el pacto de coalición. El líder vasco respondió que no iba a presentarse y que no tenía intención de avalar un pacto cuya letra pequeña desconoce. Fuentes cercanas a Alonso confirman que Pablo Casado y Teodoro García Egea han negociado sin contar con los populares vascos y que, además del reparto de las listas, ahora mismo tampoco saben cómo se va a elaborar el programa electoral e incluso la línea política que va a mantener la coalición. Tampoco gusta a la ejecutiva autonómica del PP que un acuerdo tan simbólico deba sellarse en Madrid. Casado tenía previsto visitar hoy Euskadi para ratificar la entente, pero a última hora de ayer, cuando la polémica por las listas ya había estallado, anuló el viaje.

La mayor incógnita ahora mismo es si Alfonso Alonso, que fue ratificado como candidato a lehendakari por Pablo Casado la semana pasada, seguirá al mando de la lista electoral y del PP vasco. Génova no descarta el cambio y fuentes del entorno de Alonso asumen que «lleva las de perder» en la guerra abierta, pero que no tiene intención de dimitir. La dirección de los populares de Euskadi considera que asumir las tesis que exige Cs para la coalición sería «cargarse» al PP vasco, y que una formación «que tiene una historia y muertos en sus filas», se merece «más respeto» de la dirección nacional.

El origen de la guerra soterrada que mantiene la dirección nacional con Alonso y su equipo se retrotrae a las últimas primarias, en las que la ejecutiva vasca apoyó mayoritariamente la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría. Casado mantuvo el status quo en el PP vasco, pero durante los dos últimos años ha ido tensando la cuerda. Cada decisión de calado que tomaba Madrid ha buscado importunar al equipo de Alonso. El ninguneo de la negociación con Cs es el último capítulo, y el que ha elevado el enfrentamiento a su máximo nivel.

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