«Entre PSOE y Podemos saltarán las chispas como en el tripartito de Oviedo»

Paloma Gázquez (Málaga, 1969) no disimula su inquina hacia el nuevo Gobierno de coalición PSOE-Podemos y dice estar «muy preocupada» por las consecuencias económicas que pueda suponer la llegada del partido de Pablo Iglesias al poder. Asegura que el PP estará vigilante para que España no se convierta en un «país boliviano», al tiempo que confía en que la Justicia y el Estado de Derecho frenen cualquier chantaje de los independentistas.

-Está siendo muy crítica con el nuevo Gobierno, ¿no les va a dar ni los cien días de cortesía?

-En cien días pueden destrozarnos el país. En el discurso de investidura ya se ha visto por dónde van a ir los tiros porque nadie en el PSOE ha rebatido las cuatro condiciones de Esquerra Republicana en las que se habla, incluso, de saltar por encima del Estado de Derecho.

-Los partidos de la derecha lanzan estos días mensajes casi apocalípticos. ¿Qué es lo que realmente temen que ocurra?

-No es verdad que estemos mandando mensajes apocalípticos. La realidad es la que ven los españoles: las cuatro condiciones de Esquerra Republicana con las que va a tener que transigir el Gobierno si quiere aprobar sus presupuestos, que Bildu prácticamente se regodea de lo ocurrido en el País Vasco sin que nadie en el PSOE le diga nada, que vamos a tener un mayor número de ministros y no sabemos quién va a pagar esa fiesta, que los empresarios están conteniendo sus inversiones porque no saben qué va a pasar y tienen miedo a que les suban los impuestos... Son solo hechos. Solo que el mero hecho de enumerarlos parece apocalíptico.

-¿Qué le preocupa más, la coalición con Podemos, o el acuerdo con Esquerra Republicana?

-Me asusta más el acuerdo con Podemos porque, para frenar el pacto con Esquerra Republicana, tenemos una Constitución y una Justicia que funciona. Tendría que pasar el poder ejecutivo por encima del judicial y confío plenamente en nuestro Estado de Derecho. Lo que realmente me preocupa es que, con Podemos en el poder, España se convierta en un país boliviano. Además, tarde o temprano, este Gobierno de coalición saltará por los aires.

-PSOE y Podemos han firmado un protocolo preventivo precisamente para limitar las discrepancias...

-Son dos partidos que no van a acabar bien. En primer lugar, por el ego de sus propios líderes, que van a chocar, pero también porque son partidos muy diferentes en algunas cuestiones y empezarán a criticarse unos a otros. No me extrañaría que dentro de poco entren cada uno en las áreas del otro y empiecen a saltar las chispas como en el tripartito de Oviedo. Pero también porque en el PSOE debería chirriar tener a un matrimonio en el Consejo de Ministros, algo que no se aceptaría en ninguna empresa privada, sin hablar de que los méritos de ambos son más que dudosos.

-¿Augura entonces una legislatura corta?

-Unos tenían tantas ganas de coger el sillón y otros de seguir disfrutando del Falcon que, pese a todo, van a hacer lo imposible por aferrarse al poder el mayor tiempo posible llevándose por delante el crecimiento de España.

-¿Teme que Sánchez acepte chantajes de los independentistas que puedan poner en riesgo la unidad de España?

-Ya ha aceptado chantajes. Otra cosa es que nuestro Estado de Derecho y nosotros desde la oposición permitamos que la unidad de España se ponga en riesgo. Nos van a encontrar siempre en frente con una oposición fuerte y sin fisuras.

-Con acuerdos con los independentistas y otros partidos regionalistas, ¿en qué situación se queda Asturias?

-Por ahora hemos visto que en el discurso de investidura no se ha hablado de dos cuestiones básicas para Asturias, como son la industria y las infraestructuras. Dos cuestiones que requieren un impulso que, por ahora, no se ha visto por parte de Pedro Sánchez. Con un Gobierno con Podemos, que focaliza sus esfuerzos en políticas que no persiguen el crecimiento económico, mal vamos.

-Sánchez sí ha hablado de descarbonización y de transición energética en su discurso. ¿No cree que de alguna manera se piensa en los problemas de Asturias?

-Sí, pero no concretó nada ni propuso soluciones. Su discurso fue absolutamente vacío en cuanto a contenido programático y absolutamente peligroso en cuanto a contenido político. Pero además, cuanta más inversión se haya comprometido para otros territorios, menos habrá para Asturias porque los ingresos son los que son.

-Hay quien considera que la presencia de Adriana Lastra en la cúpula socialista y el hecho de que Asturias sea una de las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE podría favorecer las relaciones entre el Principado y el Gobierno central. ¿No lo ve así?

-Nos consta que Adriana Lastra y Adrián Barbón son muy amigos y no dudo de que la relación será muy fluida, pero por ahora no hemos visto ninguna política concreta positiva para nuestra región. Más bien al contrario, con la descarbonización exprés. Quizá ocurra todo lo contrario y que Barbón evite plantear los problemas de Asturias a un gobierno que va a tener ya muchos problemas de por sí.

-¿Cuáles serán las primeras iniciativas que lleve a la Cámara?

-Llevo registradas cerca de sesenta preguntas y seis proposiciones no de ley que abarcan temas como el Plan de Vías de Gijón, el de Avilés, el soterramiento de Langreo, el Ave...

-¿Compartir el espacio electoral con Vox está generando más de un dolor de cabeza en Génova?

-En absoluto, no es un problema nuestro, es de Vox. Nosotros no tenemos que reivindicarnos, ni buscar espacios. Tenemos claro cómo pensamos y cómo vamos a defender la unidad de España. Es Vox el que anda haciendo vaivenes.

-El PP ha iniciado una ofensiva en los diferentes parlamentos autonómicos. ¿Qué espera conseguir de este tipo de mociones e iniciativas?

-La hemeroteca es muy dura y hay barones socialistas que han sido muy críticos con la posibilidad de gobernar con Podemos, pactar con Esquerra Republicana y pasar por alto a las víctimas del terrorismo, pero que ahora se han quedado callados. Queremos que se retracten y que quede claro si les importa más el sillón autonómico o el futuro de España. No obstante, ya sabemos que Barbón es un hombre de Pedro Sánchez y no le va a discutir nunca nada.

-Ahora que ya hay Gobierno, ¿es el momento de que Génova acabe con el vacío de poder en el PP asturiano?

-Todo tiene su tiempo y su espacio.