Sánchez pide a las socialistas víctimas de posible acoso, sin mención a Salazar, que lo denuncien al partido

«Hemos avanzado mucho en la lucha contra la corrupción y el acoso sexual», ha querido reivindicarse Sánchez en una intervención en la que, sin referencia a Salazar, sí ha pedido a aquellas «compañeras» que puedan sufrir hostigamiento machista que utilicen los cauces internos de denuncia; ello después de que la dirección haya asegurado esta mañana que no ha tenido conocimiento a través de los mecanismos orgánicos de las denuncias publicadas por eldiario.es contra quien iba a integrar, por decisión del presidente, la remozada secretaría de Organización tras la forzosa salida de Cerdán hace poco más de tres semanas. Sánchez, que ha confirmado el refuerzo de esos canales de denuncia y de los protocolos de protección de quienes tengan que recurrir a ellos, ha subrayado que su partido ofrece a las mujeres que forman parte de él y a las de todo el país «coherencia, respeto y dignidad». «Con todas las consecuencias», ha rematado.

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El feminismo socialista contra los audios que lo prostituyen

Antes, ha vuelto a tildar de «incompatibles» con el ideario y la ejecutoria del PSOE, con sus «valores y principios», los audios incautados por la Guardia Civil a Ábalos y a Koldo García. El feminismo, ha recalcado, no es «un postureo» para los socialistas, sino «una forma de ser, un compromiso real» que obliga a «vivir como se piensa». Es decir, entre otras cosas, a que los militantes de una sigla que se declara abolicionista de la prostitución no puedan valerse de ella en su intimidad. El presidente ha remarcado, dentro de las medidas desgranadas en el comité federal, la reforma del artículo 4.5 del código ético ya anunciada la víspera, precisamente en un acto organizado 'ad hoc' con responsables femeninas de la formación, por el que se expulsará de las filas del PSOE a los puteros cuya conducta se acredite. Una nueva redacción que explicita lo aprobado en el congreso federal de Sevilla de hace medio año y en el que se condicionaba dicha expulsión a que mediara, genéricamente, algún tipo de condena.

Al hilo de la investigación comprometida sobre los hechos atribuidos al dimitido Salazar, la Secretaría General de Presidencia «ha puesto en marcha los mecanismos establecidos» para esclarecerlos y «determinar si procede la activación del protocolo de actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo», en función de lo establecido por la Administración General del Estado. Según las fuentes gubernamentales, «hasta la fecha, ningún empleado o empleada ha solicitado» las medidas de reacción previstas «ni se ha tenido conocimiento de ningún hecho o comportamiento verbal o físico de naturaleza sexual que pudiera ser constitutiva de una actuación degradante, ofensiva o intimidatoria en la Presidencia del Gobierno que pudieran afectar a Francisco Salazar».