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Serena Williams: «Quiero que mi segunda carrera tenga mayor impacto que la del tenis»
Serena Williams, que invierte en empresas donde las mujeres y las minorías son mayoría, cree que «la tecnología nunca cambiará la esencia del deporte»
Serena Williams nunca había estado en Asturias. La mejor tenista de todos los tiempos lleva en la región desde la tarde del miércoles para ... recoger su Premio Princesa de los Deportes. Y lo está disfrutando. Con una sonrisa perenne y bailando al ritmo de la música, acompañando a un grupo de niñas de la Escuela de Danza Lía, salió ayer al escenario del Palacio de Congresos de Oviedo para defender que su vida profesional no está ni mucho menos acabada, que convertirse en madre fue «el mejor momento» de su existencia y para explicar que, aunque preparada desde pequeña, medirse a su hermana Venus en el circuito profesional era una tortura por el importante vínculo emocional que comparten.
Sus reflexiones, guiadas por las preguntas de Theresa Zabell y Feliciano López, miembros del jurado del Princesa de los Deportes, las compartió con 2.000 personas, cerca de 500 de ellas niños de clubes de tenis asturianos y participantes del programa 'Toma la Palabra'. La extenista, que estuvo arropada en el escenario por más de 40 jóvenes, está lejos de cumplir el perfil de deportista retirado. Serena Williams, además de contar con una fundación que promueve causas sociales, es también una activa inversora con participación en más de 60 empresas, la mayoría de nueva creación. A la extenista le «encanta» invertir, pero lo hace con perspectiva social. «Menos del 2% de la inversión va a mujeres o personas de color. Me parecía increíble». Su respuesta fue enfocar su dinero a estos colectivos, concentrándose mucho en las tecnológicas, un sector en el que se siente cómoda. «Se trata de cambiar el perfil de inversor, equilibrar la situación». Su movimiento pretende conseguir que otros imiten su ejemplo y aunque se vea incapaz de cambiar los «grandes números», sí que trata de mostrar un camino. «Quiero que mi segunda carrera profesional sea mayor que la del tenis en términos de impacto».
La conversación dio para conocer algunos aspectos más personales de la ganadora de 23 torneos de grand slam individuales y de otros 16 en dobles, además cuatro oros olímpicos. Serena Williams reconoció que fue «muy difícil» volver a competir cuando se convirtió en madre. «Quería compartir todos los momentos con mi hija, no la quería dejar para ir a entrenar. No sabía que iba a sentirme tan unida».
La carrera de Serena Williams se inició de la mano de su padre, Richard Williams, y de su hermana Venus. Cuando ambas eran unas niñas comenzó a entrenarlas en condiciones difíciles con el objetivo de que llegasen a la élite. En ese proceso, el progenitor trató en enseñarles que tendrían que competir entre ellas en el circuito. «Odiaba jugar contra Venus. Ganar a alguien importante para ti es terrible. Nunca nos dimos cuenta de lo difícil que iba a ser».
Entre los valores que acompañan al deporte están el esfuerzo, la constancia y la dedicación. En las historias de los grandes de todas las disciplinas brillan los momentos de éxito, las imágenes celebrando tras llegar una y otra vez a una meta que se antojaba lejana. Pero estas historias están también jalonadas de decepciones, de momentos en los que, desde el suelo, toca levantarse. La derrota a la que más importancia da Serena Williams fue la que sufrió en la primera ronda de Roland Garros en 2012. «Me entró pánico. Siempre me vuelvo loca en la pista, pero esa vez más que nunca. Se desarrolló una debilidad y es que odio perder. Me sentía inconsolable». La solución pasó por regresar a casa y enfriar la cabeza. Después de eso llegó la segunda parte de su carrera, en la que se impuso por segunda vez en los cuatro torneos grandes del circuito en un año.
Esos momentos son los que le permiten ahora, después de haber dejado las canchas, ofrecer consejos a los más jóvenes, que ayer escucharon de su boca. «Lo que le diría a una niña que quiere empezar en este deporte es que hay que seguir tus sueños, nunca dejar de soñar. Quizá en algún momento te canses, pero si sigues te darás cuenta de que ha valido la pena. Ser atleta es lo mejor que hay».
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