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Fallece tras un atropello Víctor Cabedo, ciclista del Euskaltel
CICLISMO

Fallece tras un atropello Víctor Cabedo, ciclista del Euskaltel

Tenía 23 años y cumplía su primera temporada como profesional tras pasar por el Orbea

BENITO URRABURU , SAN SEBASTIÁN

Jueves, 20 de septiembre 2012, 00:32

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El ciclismo vuelve a estar de luto. Hay dos temas que son recurrentes en este deporte, el dopaje y los fallecimientos, en carretera o fuera de ella. En esta ocasión le ha tocado a Víctor Cabedo (23 años, Onda, Castellón), que chocó contra un coche en una bajada mientras entrenaba camino de la localidad castellonense de Almedijar.

El accidente se produjo poco antes de las dos de la tarde en el kilómetro 10,2 de la carretera CV200, en el tramo entre Almedijar y Aín, cuando el ciclista colisionó con un vehículo y cayó por un barranco, informaron fuentes del Consorcio de Bomberos de Castellón, que procedieron al rescate del cuerpo. En las tareas de rescate han trabajado un total de seis miembros del cuerpo de bomberos y tres vehículos. Según los primeros datos fueron más graves las heridas de la caída que el propio choque frontal.

Cabedo se une a otras promesas del ciclismo español fallecidas en accidentes fuera de una carrera como el madrileño Antonio Martín o el murciano Mariano Rojas, entre otros. Cumplía su primera temporada en el World Tour en el equipo Euskaltel-Euskadi, al que llegó procedente del Orbea. Miguel Madariaga e Igor González de Galdeano decidieron darle la oportunidad tras ganarse un puesto con sus actuaciones en el Orbea.

Igor, que se enteró media hora después de que sufriese el accidente de la noticia, nos decía que «como ciclista era un chaval completo, que andaba en todos los terrenos. Yo he estado poco esta temporada con él, pero entre Miguel (Madariaga) y yo decidimos darle la alternativa. Era un corredor de futuro, eso está claro. Lo que ya no sabremos es hasta donde podría llegar ese futuro, pero venía bueno».

Le ficharon precisamente pensando en que se hiciese ciclista: «Su momento como corredor estaba más adelante. Para mí era más escalador que contrarrelojista. Le teníamos controlado desde que estaba en el Seguros Bilbao. A Miguel (Madariaga) le gustaba y a mí, también. Era su primer año como profesional y ha corrido poco. De carácter era un poco introvertido».

La última carrera en la que participó fue en la Vuelta a Gran Bretaña, en la que se puso enfermo y se tuvo que volver al segundo día de carrera para casa: «En principio había terminado la temporada, aunque Gorka Gerrikagoitia pensó en llevarle al Giro de Lombardía, aunque a última hora no le iba a llevar».

Cabedo comenzó en el mundo del ciclismo a los 6 años. Se acercaba al velódromo de Onda con su hermano mayor en una bicicleta de montaña. Estaba predestinado que iba a ser ciclista. Fue campeón de España de ciclo-cross en juveniles, también logró medallas de plata en la crono juvenil del Campeonato de España y sumó varias medallas en la pista.

Se impuso en el Memorial Valenciaga en 2010 y ganó la Copa de España sub 23, siendo segundo en todas la categorías. Su hermano José dirigió al equipo Cerámicas Onda ECP y su padre patrocinaba equipos.

Antes estuvo con el Saunier Duval de Joxean Matxin. Al desaparecer ese equipo acabó con Xabier Artetxe en el Seguros Bilbao. Su novia es la excorredora vizcaína Dorleta Zorrilla, que trabaja en la Fundación Euskadi con el ciclismo de base a las órdenes de Miguel Madariaga. Estaban mirando un piso por Bilbao para vivir en el futuro. Pasó al equipo Orbea, en categoría Continental Profesional. Con ellos ganó una etapa en la Vuelta a Asturias.

Además de Miguel Madariaga e Igor González de Galdeano, su gran valedor para dar el salto a profesionales fue Samuel Sánchez, con quien corrió su última carrera, la Vuelta a Gran Bretaña. Era el espejo en el que se miraba. A Samuel, curtido ya como ciclista y como persona en situaciones límite, la noticia le dejó k.o. Él fue quien llamo a Madariaga: «¿Qué te voy a decir? Le conocía bastante bien. Tenía amistad con él. Como corredor tenía mucho futuro. Apuntaba muy alto. A nivel personal era un chaval muy callado, introvertido, educado, muy correcto y profesional. Para tener 23 años yo diría que era muy enorme profesional». Compartió entrenamientos con él y también concentraciones, en altura, en Sierra Nevada. «No le importaba nada concentrarse para entrenar. Lo observaba todo, lo miraba todo. Era una bella persona». La voz se le quiebra a Samuel, que influyó mucho para que lo fichase Euskaltel. «En la Vuelta a Gran Bretaña estuve sólo tres días con él. Se puso enfermo y se tuvo que volver para casa.

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