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Equipo del Llagostera que se enfrentó al Racing de Santander, en el partido de ida.
El milagro del Llagostera

El milagro del Llagostera

Con 400.000 euros de presupuesto para todo el club y en un pueblo de 8.000 habitantes, sueña con ascender a Segunda División

A. HUERGA

Lunes, 26 de mayo 2014, 23:54

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Un pueblo de 8.000 habitantes ha revolucionado el fútbol catalán y amenaza con hacer lo mismo con el español si el Real Avilés no se lo impide. Un matrimonio, la presidenta Isabel Tarragó y el entrenador Oriol Alsina, son la piedra angular de un Llagostera que pelea por entrar en la Liga de Fútbol Profesional desde la humildad, el trabajo y en un equipo en el que el bloque prima por encima de las individualidades. Tienen un campo de hierba sintética de reducidas dimensiones y aprovechan la estrategia para sacar sus partidos adelante. Son rocosos, peleones, con experiencia y también aspiran a conseguir un ascenso que podría servirles para suplir al Girona en la categoría de plata del fútbol nacional.

«Esto es increíble. Es un club muy humilde que cuando ves un entrenamiento te das cuenta que son una piña. Pero que también tienen calidad y muchos han jugado en categorías superiores». Marc Bernaus es uno de los que ha colaborado con Oriol Alsina para conformar una plantilla en la la experiencia se junta a la juventud y ninguna de ellas exenta de calidad. «Oriol e Isabel han hecho un auténtico milagro», explica el que fuera jugador de Josu Uribe en el Getafe, el Elche y Las Palmas. «No se arrugan. Son un equipo que compitió en El Sardinero ante 20.000 jugadores y dieron la cara», explica. Y sobre él reconoce que «he vivido mis mejores momentos deportivos con Josu Uribe», aunque tiene intereses en el equipo gerundense y en este partido no tendrá dudas de con quién ir.

El Llagostera es un club con un presupuesto de 400.000 euros para toda la entidad que ha superado de un plumazo a rivales como L'Hospitalet, el Nástic, el Alcoyano o el Lleida, que sí que tenían la obligación de pelear por ascender.

Y eso con un Oriol Alsina, el entrenador, que «es un gestor de grupos espectacular. Además es muy bueno leyendo los partidos». Tiene que serlo para haber conseguido meter a un equipo desde Tercera Regional en la lucha por el ascenso a Segunda División, todo un reto par aun pueblo de ocho mil habitantes que se encuentra a media hora de Girona y que la próxima temporada aspira a estar por encima del equipo capitalino, aunque ahí el técnico tiene los sentimientos encontrados. Su campo, con 56 metros de ancho, es peculiar y seguro que jugará a favor de un Llagostera que primero debe pasar por el Suárez Puerta.

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