El azul se impusó en un día en el que la fiesta fue completa

Un año más las principales arterias de Burgos se llenaron de oviedistas y el ambiente festivo reinó durante toda la jornada por las zonas más céntricas de la ciudad, donde se mezclaron con un ambiente cordial los seguidores de ambos conjuntos.

Aunque el cuadro burgalés remitió medio millar de entradas a Oviedo, nuevamente el ingenio funcionó para hacerse con localidades y así fue como acudieron unos 1.500 oviedistas a las gradas de El Plantío, que no dejaron de animar a su equipo. La compra por internet y la búsqueda de contactos para hacerse con una preciada entrada resultó eficaz una vez más para los azules.

Aunque hubo algunos que llegaron el viernes, el grueso de aficionados del conjunto carbayón arribó desde primera hora de la mañana a la capital burgalesa. Aunque caían algunas gotas, el sol se fue abriendo paso hasta la hora del encuentro y la temperatura fue mucho mejor de lo que se podía esperar a orillas del Arlanzón a estas alturas del año.

La espera hasta la hora del encuentros se centró en los aledaños de la plaza de La Catedral y Ayuntamiento, así como la calle San Lorenzo. Los componentes de Fondo Norte y grupo Symmachiarii fueron llevados a una zona próxima al estadio donde permanecieron hasta iniciar el corteo hacia el campo. Allí fue donde se unieron todos los aficionados del equipo ovetense.

Aunque la mayor parte de ellos estaban en el fondo norte, donde habría un millar, el resto del campo estaba teñido de puntos azules de los seguidores oviedistas. Al final los jugadores se despidieron de los aficionados lanzándoles las camisetas y celebrando con ellos la victoria. La fiesta fue completa por fin para los oviedistas.