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Luis Carrión, técnico del Real Oviedo. P. LORENZANA
Banquillos cruzados

Banquillos cruzados

Iván Ania intenta devolver al fútbol profesional al equipo del corazón de Luis Carrión, que quiere corresponderle con el ascenso del Oviedo

Viernes, 15 de marzo 2024, 01:00

Si las decisiones en el fútbol dependiesen únicamente del corazón, seguro que Iván Ania y Luis Carrión intercambiarían los banquillos que ocupan. No se trata sólo de la categoría en la que milite el equipo. Lo importante es el sentimiento que llevaría a disfrutar mucho más de los éxitos cuando esos llegan en el equipo de tu vida.

El Oviedo significa muchísimo en la vida de Iván Ania. Defendió su camiseta en los mejores años de los azules en Primera División y cuando dio el salto a los banquillos también disfrutó al frente del Vetusta, antes de dirigir al Caudal, Villanovense, Racing de Santander –con el que logró el ascenso a Segunda A–, Algeciras y llegar el pasado verano al banquillo del Córdoba, con el que ahora lucha por conseguir el ascenso a Segunda.

Luis Carrión tiene una extensa carrera como jugador, que arrancó en La Masía para pasar por equipos como el Gavá, Nástic, Terrasa, Melilla y Alavés, pero el Córdoba marcó su carrera. Allí también trabajó como ayudante del primer técnico y también fue el máximo responsable del equipo y la ciudad cordobesa es su residencia habitual.

Los caminos de Ania y Carrión se cruzaron en la temporada 2004-2005. El Nástic de Tarragona, entonces en Segunda División, apostó por ambos para formar una plantilla que quería aspirar al ascenso, con el gallego Luis César Sampedro en el banquillo. El ovetense jugó 35 partidos y anotó tres goles, mientras que el catalán sólo tuvo presencia en 18 encuentros. De aquella temporada nació una relación que se mantuvo en el tiempo y que creció con el paso de ambos a los banquillos.

Iván Ania defiende sin ambages la decisión del Oviedo de fichar a Carrión para el banquillo en sustitución de Álvaro Cervera: «Sabía que iba a encajar porque su propuesta futbolística gusta en Oviedo y la plantilla estaba pensada para ese estilo de salir con el balón jugado desde atrás y teniendo la presión alta. Carrión era el ideal». Más complicado de vaticinar era la reacción del equipo, pero tampoco le sorprende. «Pensaba que iban a ir a mejor, no tenía ninguna duda, tampoco se podía saber hasta dónde, pero se está viendo que cada semana mejora y, con la buena dinámica que tiene, van a seguir haciéndolo».

Aunque sus ocupaciones con el Córdoba le absorben la mayor parte del tiempo, el exjugador azul saca tiempo para estar pendiente de su equipo: «Siempre que puedo lo veo, además lo que veo me gusta y coincide con mi idea de fútbol. Soy oviedista y siempre quiero lo mejor para el Oviedo». Ania es el último futbolista del Oviedo que marcó un gol en Primera División, en aquella dolorosa derrota en Mallorca. Ahora ve más cerca el regreso a la máxima categoría. «Tengo la sensación de que esto es el principio de algo importante y que tiene que acabar en un futuro ascenso. Se están poniendo unas bases sólidas, con una idea clara de lo que se quiere hacer y ojalá que este mismo año se pueda dar el salto a Primera».

Los elogios de Ania a Carrión viajan de vuelta desde Oviedo a Córdoba. «Siempre lo ha hecho muy bien. En Algeciras con mil problemas lo hizo bien, ascendió al Racing y este año tiene un modelo atractivo presionando arriba, teniendo balón, siendo valiente, les están saliendo las cosas bien». El cariño también llega para estar atento a lo que hacen. «Veo partidos para intentar ver cosas que hacen ellos y que podamos trasladar a los nuestros».

El Córdoba ocupa un lugar muy especial en la trayectoria futbolística de Carrión. «Es un club muy importante. Ya desde jugador estuve mucho tiempo. Como aficionado, también. Luego entre en cuerpos técnicos, con el filial conseguimos ascender y con el primer equipo también». De hecho, tanto le marcó que «estoy afincado allí y le deseo todo lo mejor». Que el club franjiverde regresase al fútbol profesional de la mano de Iván Ania le alegraría «muchísimo porque tengo una gran relación con él. Es un tío espectacular y un grandísimo entrenador y lo está haciendo muy bien, sería una doble alegría por él y por el club».

La recta final de la competición dirá si ambos son capaces de alcanzar los objetivos y festejar los éxitos de sus equipos, aunque los banquillos estén cruzados.

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