Un derbi vivido desde África Occidental
Mundial. Los oviedistas a los que el duelo de rivalidad les pilló lejos de casa no quisieron faltar a la cita y celebraron el triunfo conectados desde Gambia y Senegal
MARÍA SUÁREZ
Miércoles, 20 de abril 2022, 01:37
Cuando Óscar, Bélar, Marcos, Mari Luz, Nedi, Nacio, Jenny y el pequeño Xulián organizaron su viaje a Gambia, tocaron madera para que el derbi no les pillara aún en tierras africanas. La única opción era que cayese de domingo, a última hora, o de lunes para poder llegar a tiempo a Asturias. No fue así y, desde el momento en que lo supieron, comenzaron a maquinar una solución para trasladarse, como fuese, a El Molinón.
Esta llegó de la mano del propio Óscar Sainz, miembro de la ONG Asturies x África y un habitual en el país gambiano. «En la zona turística del país hay un aragonés que tiene un bar y que nunca falla a la cita con el fútbol. Él era nuestra esperanza», relata Óscar, que se encontraba allí con el grupo de amigos oviedistas para visitar los proyectos de la ONG en el país y colaborar en ellos.
Nada de dejarlo a la improvisación. El viernes llegaron los ensayos y, al comprobar que se veía el partido del Amorebieta, se reservó medio restaurante para la ocasión. «Ya habíamos dado suerte el domingo ante el Leganés, que lo vimos en el hotel, y queríamos irnos firmando 6 de 6», bromea Sainz. El staff de 'The Winery' vestía de azul y de blanco -toda una señal- y, aunque entró en pánico al cortarse la señal durante el calentamiento, la conexión no volvió a fallar.
Junto a ellos, Abdul Bangura, 'shareholder' de Sierra Leona, que acudió a la cita ataviado con camiseta y bufanda justo a la hora en que la población musulmana del país empezaba a romper el ayuno del Ramadán. «Aún recuerdo a los gambianos y gambianas celebrando el gol con nosotras. Me quedo con eso. Supieron entender que el amor por este club supera la distancia y se comparte siempre», explica Jenny, que agradeció poder soltar los nervios con el resto en los instantes previos. «Estar tan lejos te potencia el sentimiento de pertenencia. El viaje de vuelta era largo y lleno de controles, pero nosotros volvíamos ya ilusionados», comenta la madre del oviedista más joven del grupo, Xulián, de solo 7 años.
Nacio, su padre, vivió todo el partido de pie, junto a la barra, para canalizar los nervios de un duelo que «se vive con la misma pasión» desde cualquier lugar del mundo. «No es fácil y hay que ser humildes, pero lo cierto es que todos firmábamos estar en esta situación y que Ziganda sigue tapando bocas», analizó ya en frío, tras la explosión de júbilo del pitido final. Marcos y Mari Luz reconocen que vivirlo desde más lejos no hace más que elevar los nervios. «No sé si este será el año de subir, pero, en cualquier caso, se ha creado algo muy poderoso para el próximo», relata el de Carbayín.
Al ver por redes sociales que desde Gambia había un grupo de oviedistas siguiendo el choque, Sofía Toribio preguntó la forma de verlo y no dudó en conectarse desde Saly, en Senegal. Su pareja lleva más de una década trabajando allí, donde ella siempre visita una escuela en Sanghe. El derbi la pilló volviendo al país de Ibra Baldé tras tres años sin poder hacerlo por la pandemia. «Estábamos en un chiringuito y solo teníamos el móvil para verlo. De hecho en el minuto 70 se nos acabó el saldo y hubo que recargar sobre la marcha», recuerda la ovetense. El esfuerzo mereció la pena: «Como dijo Sangalli, un derbi más que se lleva el Oviedo y que muestra quién manda en Asturias»,