Se acerca la hora de Diego Fabbrini

Han pasado siete meses desde la lesión y el jugador ya abrió el pasado domingo, tras la derrota ante el Zaragoza, las puertas a estar en el once inicial. «Estoy bien físicamente y de cabeza y puedo jugar», dijo el italiano que, en La Romareda, volvió a tener un cuarto de hora para seguir cogiendo ritmo de competición.

Juan Antonio Anquela tiene el domingo la difícil papeleta de sustituir a Saúl Berjón, un jugador clave para el juego del equipo, ya que, además de ser el responsable de ejecutar las acciones a balón parado, es el jugador con más responsabilidad en el juego de ataque del equipo.

Las alternativas más lógicas que podría manejar el técnico serían la presencia en la banda izquierda de Yeboah o del propio Fabbrini. Otras opciones, que parecen menos probables serían Pucko, Viti, o bien adelantar a Diegui al centro del campo. En los supuestos anteriores, eso implicaría que Aarón Ñíguez dejara la derecha para jugar en la banda izquierda, algo que es habitual que produzca a lo largo de los encuentros, la última ocasión el domingo en La Romareda, cuando intercambió su posición con Saúl Berjón.

La otra posibilidad, bastante más remota, sería un cambio de sistema, pero parece que Anquela no va a renunciar un dibujo que le ha venido dando resultados a lo largo de toda la temporada.

La llegada de Fabbrini al equipo parecía que estaba destinada a ser para jugar como mediapunta, en un sistema 4-4-1-1. Las pinceladas que dejó en el medio tiempo que jugó en pretemporada ante la Cultural, en los entrenamientos y en los pocos minutos que ha jugado hacen que el italiano haya despertado la ilusión de poder convertirse en el principal refuerzo del mercado de invierno del equipo.

El cambio de sistema ha propiciado que desde su recuperación el toscano haya ocupado una de las bandas del equipo, tal como se ha visto repetidamente en los paritidillos de entrenamiento que habitualmente disputa el equipo ante el filial.

El italiano ya lleva más de un mes entrenando con normalidad con sus compañeros y el domingo reconoció que «me encuentro bien físicamente, pero debo seguir en la misma línea de trabajo para seguir mejorando», dijo.

Hasta ahora solo ha tenido minutos en la última fase de los partidos, como ante el Sporting, Albacete y Zaragoza. En ese tiempo ha demostrado que «como a cualquier futbolista lo que me gusta entrar en contacto con la pelota» explicó el futbolista cedido en el conjunto azul por el Birmingham.

Las ganas que tiene Fabbrini de jugar son muchas, tanto para volver a sentirse futbolista como para devolver el cariño que, reconoce, ha recibido desde su llegada al conjunto ovetense y, en especial tras su lesión. «Solo puedo decir gracias. Primero al club, que me ha ayudado mucho. También a los aficionados, porque me llegaban mensajes de apoyo para la recuperación y a los compañeros del equipo» afirmó el jugador, que asegura que todo ese ánimo fue esencial «en un momento difícil».

Lo único que puede apartar a Fabbrini el viernes de la titularidad es que Anquela no le vea en condiciones de afrontar un encuentro desde el inicio y prefiera mantener la prudencia con el futbolista. En ese caso Yeboah podría volver al equipo, aunque en las últimas jornadas ha perdido peso en las alineaciones. El ghanés tuvo un buen mes de diciembre, con varias titularidades, pero la expulsión ante el filial del Sevilla le sacó del equipo y su presencia fue disminuyendo, hasta quedarse fuera de la convocatoria en el encuentro ante el Albacete.

El que parece que gana opciones para volver a una convocatoria es el canterano Viti, que lleva una semana entrenando con el resto de compañeros y en el que Anquela tiene confianza.