Samuel Obeng trata de escapar de la vigilancia de un rival durante el último antecedente en Montilivi, con Ziganda en el banquillo del Real Oviedo. LOF
Girona - Real Oviedo

El más difícil todavía para el Real Oviedo

El Real Oviedo nunca ha ganado al Girona en su campo y Luis Carrión tampoco conoce el triunfo en Montilivi tras visitarlo con Córdoba, Numancia y Cartagena

Jueves, 23 de octubre 2025, 06:46

Todos los diagnósticos hechos sobre la situación del Real Oviedo llegan a la misma conclusión sobre el mejor remedio que se le puede aplicar ... al equipo azul y las victorias aparecen como el único antídoto verdadero capaz de curar los males de los azules. Dos triunfos en nueve jornadas es un bagaje extremadamente pobre para poder soñar con la salvación y la próxima cita tampoco invita a ser muy optimistas. Montilivi espera a los carbayones para medirse al Girona y ese escenario no ha visto ningún triunfo azul a lo largo de la historia y tampoco de Luis Carrión en sus tres visitas anteriores. Romper con la tradición se antoja más necesario que nunca, tanto para el equipo, como para el técnico catalán.

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Hay que remontarse a mediados del siglo XX para encontrar el primer precedente entre ambos equipos. En la campaña 1950-51, los catalanes llegaron a Segunda División y se vieron las caras con los azules. En el primer asalto, el equipo dirigido por Eduardo Toba visitó Girona y se llevó un contundente 4-1. Pese a ese resultado, el conjunto gironí terminaría perdiendo la categoría a la que no regresó hasta el curso 1956-57 cuando el encuentro registró un empate sin goles, idéntico resultado al que se dio en el curso siguiente.

Los caminos de ambos equipos tardaron mucho en volver a cruzarse. El Girona no regresó al fútbol profesional hasta la campaña 2008-09, pero por aquellos años el Oviedo luchaba por su supervivencia entre Tercera y Segunda B. Hubo que esperar a la temporada 2015-16 para que Montilivi volviese a acoger un duelo entre ambos equipos. En ese momento, los catalanes eran un aspirante al ascenso a Primera y los carbayones unos recién llegados a la categoría. Pablo Machín dirigía el timón gerundense y Sergio Egea el de los asturianos. Aunque Susaeta marcó por delante de penalti, un gol, del defensa Pedro Alcalá dejó el choque en tablas, en la jornada número 26 y apenas un mes antes de que todo saltase por los aires en los azules, con la dimisión del argentino y la llegada al banquillo de David Generelo.

Un año más tarde, fue Fernando Hierro el que llego a los mandos del Oviedo, con Machín manteniéndose en el cargo de los catalanes. El encuentro se jugó en la décima jornada y terminó 0-0. Al término de ese curso, el Girona logró el ascenso y se quedó en la máxima categoría hasta la 2018-19. En la 2019-20, de infausto recuerdo para todos por culpa del COVID, los azules visitaron Montilivi en la jornada 25, antes de que llegase el parón definitivo. Pep Martí había sustituido a Juan Carlos Unzué, destituido tras perder en el Carlos Tartiere, y Javi Rozada trataba de reconducir la marcha de un equipo que se pasó el año luchando en la zona baja. Cristhian Stuani adelantó al Girona y Tejera logró empatar en la recta final.

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Al año siguiente, los catalanes encargaron la tarea del ascenso a Francisco y los azules llegaron bajo las órdenes de José Ángel Ziganda. En la sexta jornada, el Oviedo cayó 1-0, con un gol de Monchu. Mucho más dolorosa iba a ser la derrota encajada en el curso 2021-22. Con el campeonato apuntando a su recta final, en la jornada 30, los de Ziganda caían por 2-1 ante un equipo que ya estaba dirigido por Míchel. Baena, que jugó como cedido por el Villarreal esa temporada, y Stuani dejaban en estéril el tanto anotado por Borja Sánchez. Ese resultado, entre otros, le acabaría costando al Oviedo quedarse fuera de las eliminatorias por el ascenso a las que accedieron los catalanes logrando el ascenso y manteniéndose desde entonces en Primera.

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