Martín Peláez: «Me ilusiona mucho este reto»

La parte administrativa de todas las divisiones del club, desde la masculina hasta la femenina, pasando por «las fuerzas básicas», como se refieren en México a la cantera, ha sido su quehacer fundamental en un club al que sigue desde niño, como quien persigue su sueño. Acabó sosteniéndolo entre sus manos, y su querido Pachuca será ahora el preludio de un salto más grande: el que le lleve a cruzar el Atlántico para dirigir sobre el terreno a todo un Real Oviedo, otro 'transatlántico', pero de este lado del charco.

Casado y con tres hijos, fundamenta su carrera en lo que considera sus tres pilares de vida: la lealtad, la responsabilidad y el trabajo continuo. Tal es así, que se define como un hombre que actúa siempre desde la dedicación y la pasión por lo que hace. Eso explicó, hace justo un año, a la publicación mexicana 'Acrópolis', donde ya dejó una serie de pinceladas claras sobre su visión del aficionado entre tanto conglomerado empresarial. «Este grupo tiene mucha sinergia con su afición y eso requiere más entrega aún. Los equipos de fútbol tienen en su hinchada una peculiaridad muy grande y es que, al final, los clubes le pertenecen a su gente y todas las acciones -buenas o malas- que tome la junta directiva, le acaban repercutiendo a ella. Hay que ser responsables con eso», apostilló entonces.

En esa misma línea de trabajo insistieron ayer por la tarde Martínez y el propio Peláez, que compareció junto al nuevo propietario del Real Oviedo ejerciendo ya como futuro presidente. «Le debo a Pachuca casi todo lo que soy en lo personal y lo profesional, pero soy un apasionado del fútbol y estoy emocionado con este reto. Vamos a tratar de ser lo más competitivos que se pueda», concluyó su intervención Martín Peláez.