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Descalabro en Huesca
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Descalabro en Huesca

El conjunto azul rompe la racha tras siete jornadas sin perder

Ramón Julio García

Sábado, 12 de noviembre 2016, 14:36

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El Real Oviedo, que llevaba siete jornadas sin perder, lo ha hecho de forma contundente, al perder 4-0 ante el Huesca, en un partido en el que los azules dejaron olvidada en el vestuario su solidez defensiva y concedieron numerosas oportunidades. Los azules encajaron más de la mitad de los goles que habían recibido en los trece encuentros anteriores. El defensa Óscar Gil sustituyó a Verdés y tuvo una tarde horrible, que se culminó a los 47 minutos cuando vio la segunda amarilla.

Fernando Hierro, como había anunciado optó por Óscar Gil como sustituto del sancionado Verdés. Además, el técnico optó por alinear a Michu de inicio en sustitución de Jon Erice.

El Huesca entró mejor en el encuentro que los azules y se hizo con el control del centro del campo, donde eran capaces de combinar mejor y llevar la iniciativa. El conjunto ovetense se defendía con orden e intentaba las salidas tras recuperar el balón, pero ninguno de los dos equipos llegaba a la portería contraria.

El juego transcurría en el centro del campo sin que los dos porteros tuvieran que intervenir. La primera ocasión clara llegó en una falta que el Huesca sacó rápido en su campo y Ferreiro llegó por la derecha, su lanzamiento lo rechazó Juan Carlos y el rechace posterior lo mandó fuera Vadillo.

El balón estaba más cerca de Juan Carlos que de Sergio Herrera y las ocasiones locales comenzaron a llegar, la más clara en un centro de Ferreiro al área que Samu Sáiz, en una buena posición no llegó a rematar.

Los ovetenses solo llegaban al área oscense con las acciones a balón parado, pero ni así hacían ocasiones de peligro.

La insistencia del conjunto de Juan Antonio Anquela tuvo su premio cumplida la media hora. Una falta al borde del área cometida por Óscar Gil la ejecutó David Ferreiro por encima de la barrera y sorprendió a Juan Carlos. Era el premio a la mejor disposición en el campo de los locales, que estaban siendo mejores.

El Real Oviedo no espabilaba y seguía encerrado en su campo. El Huesca hizo el segundo en un saque de esquina, y para ello dispuso de tres remates en el área, el tercero de Melero, que al final fue el que hizo subir el segundo tanto al marcador.

El conjunto azul era mantequilla en defensa en la que Samu Sáiz, Ferreiro y Vadillo entraban como cuchillos. Christian Fernández evitó el tercer tanto en la línea de gol tras un disparo de Borja Lázaro.

El descalabro de la primera mitad se consumó en el último minuto. Una nueva internada de Samu Sáiz por la izquierda le permitió servir al área, donde Borja Lázaro solo tuvo que poner el pie.

El conjunto ovetense, que era el menos goleado de la categoría, dio todo tipo de facilidades defensivas a un Huesca que las aprovechó. Mientras que en ataque no disfrutó de ninguna ocasión de gol.

Las cosas en el segundo tiempo no pudieron empezar peor, ya que a los dos minutos fue expulsado Óscar Gil, que llevaba una tarde horrible. Fernando Hierro trató de recomponer el equipo dando entrada a Jon Erice por Linares. El equipo pasó a jugar con tres defensas, David Fernández y Christian Fernández como centrales y el propio Jon Erice como libre.

El conjunto azul estaba aturdido y era arrollado por un Huesca que jugaba a placer y tenía el control del partido por completo. Los ovetenses ya estaban solo empeñados en que la goleada no fuera mayor, ya que las llegadas eran continuas y además con el balón controlado.

Los tímidos intentos de reaccionar de los azules, con la velocidad de Jonathan Pereira, que había sustituido a Michu, morían una y otra en el borde del área del Huesca, que luego salía al contragolpe, pero se perdía en adornos.

Los dos equipos parecía que ya habían asumido el marcador, cuando una contra de David Ferreiro supuso el cuarto gol del encuentro.

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