El quinto triunfo del Oviedo fue cuestión de fe

Los cambios introducidos por Ziganda dieron sus frutos, ya que Matheus Aías y Hugo Rama, que entraron en la segunda parte, fueron los autores de los tantos. Se adelantaron los locales en un campo de claro color azul en las gradas, gracias a un gol de Óscar Rivas, hijo del que fuera jugador del conjunto azul, Antonio Rivas, actual responsable de la cantera oviedista.

El equipo azul ante la ausencia de juego tiró de convicción para acabar llevándose el partido y celebrarlo de forma muy efusiva, ya que supone mantener la sexta plaza y conservar las diferencias con los perseguidores.

Al final, la alineación de los ovetenses no fue la prevista, ya que se cayó Brugman, por unas molestias, y entró en su lugar Jimmy. Además, Carlos Isaac ocupó el lateral derecho, en sustitución de Lucas. Sin embargo, la principal sorpresa fue la presencia de Tarín en el centro de la defensa, relegando al banquillo a David Costas, que volvía tras sanción. Ziganda quiso recompensar así el buen partido del valenciano en El Molinón.

El Alcorcón saltó al campo ya descendido pero no entregado. Desde el principio trató de meter un buen ritmo a su juego, algo que sorprendió a los ovetenses. Los de Fran Fernández lograron encerrar a los azules, que no acertaban a salir de su campo con el balón controlado. No obstante, eso tampoco tenía rédito ofensivo para los locales, ya que Femenías solo tuvo que intervenir para atrapar un flojo remate de cabeza de Xisco. Sin Brugman en el campo, el único recurso para que los oviedistas fueran capaces de encontrar vías de agua era por los costados. Fue la izquierda la solución, ya que bastaron un par de buenas conexiones entre Pierre y Borja Sánchez para que se igualaran las fuerzas y el partido entrara en otra dimensión.

La mayor presencia de los ovetenses en los alrededores del área alfarera derivó en las primeras ocasiones. Un centro de Viti está a punto de introducirlo en su portería el exoviedista David Fernández. El meta local Rivero evita el gol con una gran estirada.

El partido no tenía dueño, ya que el impulso inicial de los locales se diluyó, mientras que los visitantes apenas eran capaces de combinar en el centro del campo. La sensación era que el Oviedo estaba a la espera de lo que sucedía, sin necesidad de provocar un cambio de dinámica. El equipo se agarraba a alguna jugada aislada o acción a balón parado que pudiera aprovechar para adelantarse en el marcador. Lo hizo Javi Mier tras una falta desde el centro del campo, pero estaba en fuera de juego.

El partido llegó al descanso con el resultado inalterable. Era necesario un paso adelante de los azules que debían demostrar qué equipo se jugaba más. Antes de la hora de partido, Ziganda movió el banquillo en busca de soluciones. Montiel entró en la derecha por Viti, mientras que Matheus ocupó la plaza de Javi Mier. El equipo azul recurría a dos delanteros en busca de generar más dosis de peligro.

Antes de que los cambios pudieran producir el efecto esperado, llegó el mazazo del gol del Alcorcón. Curiosamente, el autor del tanto fue Óscar Rivas, hijo del exjugador y actual responsable de la cantera azul, Antonio Rivas. El tanto se produjo en un saque de esquina que no acertó a despejar la defensa y Rivas enganchó bien el balón para superar a Femenías.

El técnico volvió a mover el banquillo para dar entrada a Pombo y Hugo Raman para revitalizar el centro del campo. Además, los locales se quedaron con un jugador menos al ver Zarfino la segunda tarjeta amarilla, lo que allanaba el camino de los azules en busca de la remontada.

El juego de los azules no era brillante, pero el ritmo ya era otro y cada vez el Alcorcón se veía obligado a defender más atrás. El gol del empate lo logró el brasileño Matheus Aías. Fue en una acción personal en la que tras llavarse el balón a trompicones logró sacar un disparo ajustado al poste que no pudo alcanzar Rivero.

El gol fue el impulso que necestiva el equipo para ir definitivamente por el encuentro. Los de Ziganda se tiraron a tumba abierta en busca del segundo gol. Pombo, que llevaba mucho sin jugar tuvo una clara oportunidad, pero el tanto no llegaría hasta el último minuto del encuentro. Montiel controló de tacón en el centro del campo y lanzó un contraataque hacia Borja Bastón, que asistió a Hugo Rama para que el gallego se estrenara como goleador. La locura en el campo y la grada dio paso a los cinco minutos finales en los que apenas se jugó, ya que los jugadores azules supieron tener el balón en campo contrario y dejar que se consumiera el encuentro.