El Real Oviedo quiere aguantar hasta el final

Aunque siempre se diga que las estadísticas están para romperse, no es menos cierto que el análisis histórico de la competición puede ayudar a entender a lo que se enfrentan todos los implicados en este último tercio de la competición. La historia dice que los cambios no son muy habituales, pero también señalan al Real Oviedo como uno de los equipos que ha desperdiciado buenas situaciones a estas alturas de campeonato.

Desde su regreso a Segunda División en 2015, el conjunto carbayón perdió su posición en la zona de honor en las últimas jornadas ligueras en tres ocasiones. En la 2015-16 los azules eran terceros en esta misma jornada con 46 puntos y miraban al ascenso directo que ocupaban Leganés (49) y Alavés (48). El 'Egea-Gate' provocó un terremoto interno en el equipo y con la llegada de David Generelo al banquillo el equipo se desfondó para acabar noveno con 59 puntos y muy lejos del playoff. Fue el único cambio entre los seis primeros y su puesto lo ocupó el Girona.

No parecieron tomar muy buena nota los jugadores azules que al año siguiente vivieron una situación similar. Con Fernando Hierro en el banquillo, los azules eran sextos en la jornada 27, habiendo sumado 42 puntos. El ascenso directo era una quimera ya que Levante (59) y Girona (52) marcaban diferencias con el resto. En el tramo final del campeonato, los malos resultados fuera de casa fueron una losa demasiado pesada y, pese a llegar a la última jornada con opciones matemáticas de meterse entre los primeros, el equipo acabó octavo y vio como el Huesca le arrebataba esa plaza, siendo el único que se cayó.

Como se suele decir, no hay dos sin tres. Juan Antonio Anquela aterrizó en Oviedo para poner su experiencia al servicio de los azules. El técnico jienense tenía a los carbayones en la quinta plaza con 45 puntos, lejos del líder Huesca (55), pero a tiro del Rayo Vallecano (47) que era segundo. Ese campeonato fue el que más cambios vio entre los seis primeros. De esa zona se cayeron Cádiz, Granada y Oviedo, para dejar sus puestos a zaragoza, Sporting y Valladolid, que fueron los que pelearon por el ascenso.

La pasada temporada fue la única en la que el Oviedo le dio la vuelta a la tortilla. A estas alturas, el equipo dirigido por Luis Carrión ya había recuperado buena parte de la desventaja acumulada en el inicio del campeonato y era séptimo con 41 puntos. El ascenso directo lo marcaba el Éibar con 46 y el Leganés con 50. Al final del campeonato, los azules lograron meterse en la sexta plaza, dejando fuera al Racing de Ferro, siendo el único cambio entre los seis primeros en las últimas quince jornadas de Liga.

En el resto de las temporadas los cambios fueron mínimos. En la 2018-19, El mallorca le quitó el sitio al Cádiz; en la 2019-20, la que estuvo marcada por la pandemia, no hubo cambios entre los seis primeros; en la 2020-21, el Girona le quitó el puesto al Sporting; en la 2021-22 fue la Ponferradina la que se quedó sin fuelle y se vio sobrepasada por Las Palmas y en la 2022-23 no hubo cambios.

Otro factor que habrá que tener en cuenta es la igualdad que se está manifestando esta temporada. Cuando Almería y Elche cerraron la jornada 27 el pasado lunes con el 1-1 final, los seis primeros clasificados sólo están separados por tres puntos. Del Mirandés al Almería apenas hay un partido, lo que puede provocar cambios drásticos en la posición y pasar factura a aquellos que lo sufran. Levante y Granada están seguros de que no han dicho su última palabra en el campeonato, mientras que Sporting y Cádiz miran su situación con diferente cara por la dinámica de las últimas semanas. Los rojiblancos apenas han ganado un partido desde el 9 de diciembre, mientras que los amarillos suman nueve jornadas sin perder y han ganado cinco encuentros.

Esta diferencia es la menor seguida de los 6 puntos de la 2015-16, los 7 en la 2018-19 y en la 2022-23, los 8 de la 2023-24, los 11 de 2016-17 y 2021-22, los 12 de 2019-20, los 15 en la 2020-21 y la más amplia que fue la 2016-17 donde había 17 puntos entre el primero el sexto.

Tampoco los profesionales se mojan sobre lo que puede pasar hasta el final. Javi Calleja aposto el domingo por una clasificación apretada hasta el final: «No soy vidente, pero creo que la igualdad arriba se mantendrá hasta el final. Será muy difícil que algún equipo ascienda quedando tres jornadas por delante, por ejemplo. Se vio con el Racing en la primera vuelta o con el Almería, pero te acaban cogiendo. Estamos todos ahí, somos buenos equipos y creo que va a durar hasta el final».