El Real Oviedo hace escuela en Venezuela

La Real Academia Española define la palabra 'éxito' como el resultado feliz de una actuación y lo hace porque, en la etimología latina, esta se encuentra siempre al final, a la salida. Sin embargo, esa felicidad, ese éxito, puede ser el principio de todo. Es lo que ocurre cada vez que la Fundación Real Oviedo cruza una frontera para llevar la filosofía de trabajo azul a miles de kilómetros de El Requexón. Lugares tan diferentes entre sí como Nigeria (África), Omán (Asia) o Canadá (EE UU) han sido testigos ya del enriquecimiento mutuo que eso supone para todas las partes. Y ahora también Venezuela.

El país sudamericano acogió por primera vez este mes de junio uno de esos campus con los que el Oviedo da mucho y recibe aún más. Lo hizo en dos sedes, Caracas y Lechería, y en ellas concentró «la felicidad» de 270 niños y niñas. Aunque la experiencia era piloto, el resultado no ha podido ser más satisfactorio. «Ha sido un éxito rotundo, no teníamos muy clara la idea de venir, pero tras lo que hemos vivido sabemos que no nos vamos a arrepentir», recalca el responsable del Área Internacional azul, Iván Palacios, que ha trabajado sobre el terreno junto al técnico oviedista Jaime Paz y rodeado de profesionales como el director técnico Javi Fernández, de la Hermandad Gallega, y el que fuera mito de la 'vinotinto', Roby Cavallo.

La propuesta no habría salido adelante sin la insistencia de Antonino Augello, CEO Global Soccer Asistance y principal responsable de esta sinergia dado que su corazón es tan venezolano como español. «Este campus era solo algo introductorio, para ver cómo funcionaba, y será el germen de la Escuela Real Oviedo en Venezuela. Estoy muy feliz de traer este proyecto a mí país, es maravilloso poder trabajar de la mano de este club», comenta 'Tonino'

Y no es para menos, ya que este proyecto no solo enseña «que hay mimbres para ser referencia en el futuro», sino que siembra ya en el presente . «Solo había que ver la cara de felicidad que tenían tanto ellos como sus padres, pendientes desde la tribuna. De hecho esta estuvo a punto de venirse abajo en Caracas cuando uno de los nuestros, con diversidad funcional, marcó gol. Era como celebrar uno del Oviedo en el Tartiere», relata emocionado.

En Venezuela, explica él mismo, estos campus adquieren aún más relevancia que en otros lugares si cabe. «Les da una formación completa, algo en lo que el país está muy atrasado. Estos campus, cuando se hacen bien, ayudan mucho al crecimiento del jugador», afirma.

Palacios destaca el «futbolista con talento, de calle y diferente» que se ha encontrado en el campus, pero, sobre todo en lo que al fútbol femenino se refiere. «Hay jugadoras con un nivel impresionante, jóvenes y que podrían estar pronto jugando en Europa», recalca el oviedista, que llevó consigo dos becas que pronto traerán a Oviedo a dos de esas promesas.

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