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I. ÁLVAREZ
OVIEDO.
Jueves, 28 de marzo 2019, 01:03
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Combativo, ambicioso y con un alto sentido del colectivo. Son tres rasgos que definen a Ibrahima Baldé, que con su entrada al terreno de juego en el duelo del pasado domingo volvió a ejercer como revulsivo y contribuyó a elevar la presencia del Real Oviedo en campo contrario.
«Aquí el que manda es el míster. Si estoy entre los once, fenomenal, porque tengo más chances para hacerlo lo mejor posible. Si me toca veinte, son veinte a muerte. Y si son quince, igual», expresó ayer el delantero senegalés, que se definió como «un competidor». Por ello, reconoció que como a cualquier jugador le gustaría estar en el campo los 90 minutos, pero tiene claro que no podrán «malas caras» si no lo hace porque en ese caso le estaría «faltando al respeto al club y a nuestra plantilla».
Protagonista de la acción con Peybernes en la recta final del duelo contra el Sporting que impregnó el derbi de polémica arbitral, Ibra confesó ayer que «a día de hoy continúa» sin entenderla. «Voy hacia el balón y el otro viene sin mirar, viene a chocar conmigo. Si te chocas con un muro y luego te caes como te caes es normal estar gritando, pero para mí no hubo nada. La gente que ha analizado eso, la mayoría ha dicho que era gol», expuso el delantero azul que prefiere dar carpetazo a esa jugada y centrarse en el encuentro de este fin de semana en el Carlos Tartiere, en el que le tocará bregar con los corpulentos centrales del Deportivo. «A mí me da igual que sean Pepe o Ramos, o el que sea. Hay que estar preparados y saber que es un partido muy importante», expuso el exjugador del CFR Cluj, que afronta con ambición el objetivo de terminarl el campeonato entre los seis primeros.
«Si no, mejor me vuelvo a casa. Si estamos jugando para conformarnos, mejor que cada uno busqué otro trabajo. El objetivo es intentar estar lo más alto posible», proclamó el delantero de Pikine, que lamentó el trato recibido por la afición oviedista el pasado domingo en el momento de acceder al estadio para ver el derbi. «Un partido de fútbol tiene que ser algo que tenemos que disfrutar, no para ir a la guerra. Para mí, es una fiesta y tiene que unir antes que dividir, Los hechos están ahí. Lo paso mal por la gente que lo ha sufrido», manifestó.
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