La primera, por la vía del oficio

El jugador del filial Abel Bretones se estrenó como titular en el día de su 22 cumpleaños y estuvo a buen nivel. Otros dos canteranos, Lucas y Jimmy, se echaron el equipo a la espalda, el primero con un partido serio y decisivo en la acción del gol, cruzando el campo y superando rivales, mientras que el segundo tomó el control del centro del campo.

A la espera de ir recuperando efectivos, la victoria sirve para que el equipo gane en confianza tras el tropiezo de la primera jornada.

Tal y como se esperaba, el técnico azul cambió el dibujo para jugar con un 1-4-2-3-1 y también introdujo varios cambios, la mayoría obligados por las lesiones. La única zona que no cambió fue la retaguardia, ya que la portería y la defensa fueron las mismas del estreno. En el doble pivote entró Jimmy por el lesionado Luismi, mientras que se mantuvo a Hugo Rama.

La revolución llegó en la línea de tres, donde las ausencias de los lesionados Viti y Borja Sánchez abrió las puertas a la titularidad en la izquierda del extremo del filial Abel Bretones. En el centro entró Marcelo Flores, mientras que en la derecha lo hizo Sangalli.

Desde el pitido inicial quedó claro que el patrón del encuentro iba a ser muy diferente al de la primera jornada ante el Andorra. Lo primero distinto fue que los visitantes no querían tanto el balón como los andorranos, que era de los ovetenses la mayor parte del tiempo. No obstante, la circulación era lenta y previsible y eso hacía que el avance hacia la portería contraria transcurriera con demasiada parsimonia, lo que daba tiempo a los jugadores de Idiákez a organizarse y esperar bien pertrechados en las cercanías del área.

Aunque el encargado de sacar el balón era Hugo Rama, los mejores desplazamientos en largo fueron de Jimmy, que en varias ocasiones desatascó el juego encontrando a compañeros en la distancia.

En cualquier caso, el verdadero peligro llegó en las pocas veces que el equipo fue capaz de correr y además de encontrar a Marcelo Flores, que se movía por toda la frontal del área con el claro ánimo de encarar la portería cada vez que se le presentaba una oportunidad. La derecha fue la zona por la que llegó el mayor peligro, con las incorporaciones de Lucas, pese a que mediada la primera parte acusó unas molestias que hicieron calentar a Luengo.

La mayor posesión azul y presencia en el campo contrario pronto se fue traduciendo en las primeras oportunidades de gol, aunque no muy claras.

La primera fue para Marcelo Flores en un remate en el segundo palo, tras un saque de esquina, pero el balón fue directo al portero. Poco después, Dani Jiménez tampoco tuvo problemas para detener un remate de Borja Bastón. La última ocasión de la primera parte volvió a ser para Marcelo Flores, pero su disparo desde fuera del área no representó problema alguno para el portero. Antes, el árbitro había anulado un gol de Bretones porque el balón había sobrepasado la línea de fondo cuando Lucas puso el centro.

El empuje ovetense se fue diluyendo con el paso de los minutos y en la fase final de la primera parte el juego se desarrolló en el centro del campo, sin profundidad y con la mayoría de los pases en horizontal o hacia atrás, lo que hacía que el equipo de Bolo no avanzara.

La reanudación comenzó con una ocasión clara, en un remate de cabeza de Bretones, después de un centro de Marcelo Flores desde la línea de fondo. El cabezazo salió por encima del larguero. Poco después lo intentó Hugo Rama, desde lejos, antes de que Bolo hiciera el primer cambio para dar entrada a Montoro por Sangalli y que Marcelo Flores pasara a la derecha.

Los ovetenses controlaban el partido y rondaban la portería madrileña, pero faltaba el último pase para que llegara alguna ocasión clara. Los azules pidieron un penalti por una caída de Borja Bastón en el borde del área pequeña. Aunque el juego no era brillante, salvo en una acción aislada, los de Bolo tenían el partido cada vez más controlado.

Una galopada de Lucas, que recorrió todo el campo, la culminó con un centro al área y Borja Bastón fue derribado al intentar rematar. El delantero transformó la pena máxima. Los azules habían hecho lo más complicado, que era abrir el marcador, algo que se les venía negando. El equipo comenzó entonces a tratar de asegurar el resultado y se vio favorecido por la expulsión de Avilés, con roja directa cuando llevaba un minuto en el campo, por una entrada sobre Borja Bastón

Los azules supieron amarrar el partido y pudieron sentenciarlo de haber tenido más temple en un par de contraataques.