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El pasado sábado el Real Oviedo encadenó su segunda derrota consecutiva y además lo hizo ofreciendo una pobre imagen, sin haber dado la sensación ... de ser un equipo que aspira a subir a Primera División. No es la primera vez que esta temporada los azules tropiezan después de haberse visto en lo más alto de la clasificación.
Lo sucedido el sábado tiene el agravante de que sucedió en presencia del 'patrón', Jesús Martínez, que dos años después volvía a Anduva y se iba con el mismo resultado. Además, después de estar con los jugadores el jueves en el vestuario y pedirles un paso al frente, el Real Oviedo tropezó con todas las de la ley, ya que nunca dio la sensación de poder llevarse el partido, ni siquiera de poder empatar cuando el Mirandés se puso por delante en el marcador.
Nuevamente las miradas están puestas en el banquillo, donde Javier Calleja no acaba de encontrar soluciones, pese a que le ha dado varias vueltas al equipo, como el pasado sábado cuando volvió al dibujo con dos delanteros y acabó con una defensa de tres centrales.
Los aficionados azules que estaban en Anduva no ocultaron su malestar con el juego del equipo y así se lo hicieron saber algunos a Jesús Martínez al final del encuentro cuando le gritaron «no jugamos a nada» mientras abandonaba el estadio.
Es la tercera vez esta temporada en la que los ovetenses encadenan dos derrotas consecutivas. La primera fue en las jornadas tercera y cuarta, cuanto cayeron en el Carlos Tartiere ante el Racing de Santander y posteriormente contra el Sporting en El Molinón.
Sin embargo, tras esos dos encuentros perdidos, el conjunto ovetense encadenó una buena racha de siete encuentros sin perder, que le permitió meterse en la zona de 'play off'.
Los de Calleja, que en toda la temporada no enamoraron por su juego, volvieron a encadenar dos derrotas en las jornadas 16 y 17, además, con sendas goleadas. Primero fue el 4-0 ante el Elche y después el 0-3 del Huesca en el Carlos Tartiere.
Nuevamente, los carbayones volvieron a tener capacidad de reacción y en los siguientes once encuentros lograron siete victorias y tres empates, con una única derrota. Eso hizo que tras ganar en El Plantío alcanzaran el liderato empatados a 50 puntos con el Elche.
El equipo llevaba un 2025 inmaculado en los siete primeros encuentros, en los que sumó cuatro triunfos y tres empates. La solidez defensiva era la seña de identidad del equipo, que solo recibió tres goles en esos siete encuentros.
Sin embargo, ante el Deportivo llegó una dolorosa derrota en el descuento, que hizo volver a asomar las dudas. Al equipo le faltó producción ofensiva y cometió un par de errores defensivos.
Ante el encuentro de Miranda, marcado por la visita del máximo accionista, el técnico buscó la reacción con un cambio de sistema y volvió a jugar con dos delanteros, tal y como hizo siempre que Fede Viñas estuvo disponible para jugar.
El planteamiento era ambicioso ante el mejor local de la categoría y el equipo revelación de esta temporada en Segunda. El resultado no fue el esperado y tampoco lo fue la imagen del equipo, que solo dispuso de un par de oportunidades en los 90 minutos. La falta de Seoane que se estrelló en el larguero y una que tuvo Alemao en el tiempo añadido fueron todo el balance ofensivo del equipo en Anduva.
En la primera mitad, las fuerzas estuvieron igualadas, pero en la segunda, tras el gol de los locales, el equipo no fue capaz de rehacerse en ningún momento y nunca dio la sensación de poder haber remontado el encuentro.
Tras el encuentro, el técnico reconocía que jugar con dos delanteros «no equivale a generar más ocasiones». Además, el técnico también dijo que las condiciones en las que se jugó el encuentro no eran las mejores para un equipo que estaba puesto a proponer «era muy difícil jugar con el viento, la lluvia, el césped…».
En cualquier caso, el técnico se mostró especialmente tranquilo tras el encuentro, y tratando de trasladar su confianza en el equipo basada en la situación en la clasificación que tienen actualmente pese a los dos últimos encuentros perdidos.
Calleja asegura tener clara la receta para que el equipo recupere la confianza que tenía hace un par de jornadas, tras ganar en Burgos. «Esto se cura con una victoria», dijo en la sala de prensa de Anduva el técnico.
La próxima oportunidad para los ovetenses para resarcirse de las dos últimas derrotas será el viernes en el Carlos Tartiere ante el Elche. Los ilicitanos están en la segunda posición de la clasificación, con un punto menos que el Mirandés. Los de Éder Sarabia son el equipo que ha endosado la mayor goleada de la temporada a los ovetenses.
En cualquier caso, los azules pueden igualar en puntuación a los ilicitanos, aunque tienen más complicado ganarles el golaverage. En las gradas del estadio ovetense volverá a estar Jesús Martínez.
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