«Me gustaría conocer a fondo los Picos de Europa»

Krzysztof Wielicki saldó ayer, a medias, una vieja cuenta pendiente: observar los Picos de Europa. El alpinista polaco, premio Princesa de Asturias de los Deportes 2018, regresó ayer a la región para participar en la Semana Internacional de Montaña que organiza la Agrupación Astur Torrecerredo. Wielicki repasó en el Teatro Jovellanos su larga trayectoria -es el quinto hombre en coronar los 14 'ochomiles' y el primero en lograr Everest, Kangchenjunga y Lhotse en invierno-, con un recuerdo especial a los días que pasó en Oviedo hace poco más de un año. «El Premio Princesa de Asturias es el más importante de mi vida», admitió.

«Mi visita ha cambiado mucho de un año a otro. Este año por lo menos he podido ver Picos de Europa, que el año pasado tuvimos que cancelar la excursión que teníamos prevista por la lluvia», explicó Wielicki, galardonado recientemente con el Piolet de Oro por su trayectoria.

Al echar la vista atrás, Wielicki se muestra enormemente satisfecho con todo lo que ha vivido. «He nacido en el tiempo adecuado, maravilloso para mí. La época política no era favorable para Polonia, pero nosotros pudimos hacer grandes retos en las montañas más altas. Hemos empezado la era dorada del 'himalayismo' polaco. Toda nuestra generación tuvo logros muy importantes», apuntó.

El montañismo ha cambiado enormemente desde que Wielicki comenzó su carrera, rozando por momentos la masificación. Hace unos meses, la imagen de un grupo de escaladores haciendo cola en la cumbre del Everest dio la vuelta al mundo. El polaco ve necesario «crear un protocolo para poder hacer cumbre», sin obviar que «es un bien de todo el mundo, y todos tienen derecho a acceder ahí».

Wielicki, sin embargo, cree que «hay montañas de seis mil o siete mil metros con vías por abrir más fascinantes que el Everest», y no oculta cierto tono crítico con la situación actual: «Nosotros no necesitamos 'sherpas' ni apoyos externos. No necesitábamos contratar un montón de gente. No me parece alpinismo, sino turismo».

De entre todas las imágenes de su carrera, Wielicki conserva nítida una en la que no hay montañas ni nieve. Un delegado de la Fundación Princesa de Asturias se plantó hace dos años en su casa para explicarle el protocolo de la ceremonia de entrega de premios. «Cuando me informaron de que recibía el Premio Princesa y tenía que viajar a Oviedo, pensaba que era un premio más, pero no. Pronto entendí su prestigio. Me puse muy nervioso. Mi mujer y yo estábamos preocupados. Tuve que comprarme un traje, porque nunca tuve uno en casa, ni siquiera para mi boda», confesó entre bromas.

Wielicki recuerda aquellos días en Oviedo «con mucho cariño». «Fueron muy bonitos. No me esperaba la repercusión que conllevaba ese premio. El cariño de la gente de Asturias fue impresionante, una experiencia maravillosa», afirmó. El escalador polaco compartió charlas y encuentros con niños en los colegios y con algunos representantes de clubes de montaña asturianos. «Fueron actividades que me hicieron pensar mucho», aseguró.

A los 69 años, Krzysztof Wielicki aún tiene retos a corto plazo. «Junto a mi mujer, que también es escaladora, estoy viajando mucho a Pakistán para hacer vías nuevas», contó. En los próximos meses será el responsable de la nueva expedición invernal al K2 que realizarán varios alpinistas polacos. «La del año pasado la tuvimos que cancelar por las condiciones meteorológicas. El año que viene volveremos. Entre otras cosas, estoy viajando para fichar a jóvenes escaladores para ver si se vienen con nosotros», bromeó.

En la lista de asuntos pendientes queda una tercera visita a Asturias para «conocer a fondo los Picos de Europa», de la que le han advertido de su dificultad: «Cuando lo he visto hoy estaba nevado, muy bonito. El año pasado me quedé con ganas. Ahora voy a estar solo dos días y no voy a tener tiempo de explorar. Me tendrán que invitar una tercera vez». El príncipe polaco de las montañas tiene cuerda para seguir conquistando cimas.