Borrar
¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Cartel con «Bienvenidos al Paraíso» en varios idiomas en la vega de Brañagallones. M.LL
Rutas de montaña en Asturias: Redes

A Brañagallones y al Cantu´l Osu: una ruta llena de paisaje y simbolismo

Partiendo de Bezanes, esta preciosa ruta asciende serpenteando por espesuras y altos de aires sacros hasta llegar a Brañagallones. Desde ahí, enfila rumbo al Cantu´l Osu, una peña altísima que hace de balcón privilegiado al paraíso

Viernes, 31 de octubre 2025, 17:52

Comenta

He aquí un periplo para dedicarle un día completo: para disfrutar, respirar y sentir la energía poderosa que habita en lo alto del monte. Una ruta preciosa por los territorios magníficos del Parque Natural de Redes, que no solo aúna bosques viejos, brañas, vistas inmensas o silencios montunos restauradores, sino que además está cargada de símbolos, de nombres, de rincones… detalles por doquier que aluden al carácter sacro, ritual y fuerte de estas tierras mágicas.

Datos de la ruta

  • Tipo de ruta: Ida y vuelta

  • Dificultad: Moderada

  • Distancia total aproximada: 27 km

  • Tiempo aproximado: 7h 30

  • Desnivel aproximado: 1.135 m

Ya el nombre de la montaña buscada es sugerente: Cantu'l Osu. Es decir, una elevación, una cresta, un balcón natural de piedra al que la memoria bautizó recordando que en otro tiempo fue morada de osos. Pero además, el oso no es solo un animal: también es símbolo de fuerza, aislamiento, naturaleza salvaje... Seña de un territorio fértil, de frutos abudantes y lugares recónditos donde aún late el pulso antiguo del bosque y memoria añeja de pastores.

Por si la toponimia de la cumbre no fuera bastante evocadora, los «puertos» o lugares que se van enlazando hasta llegar a ella no le van a la zaga.

El inmenso paisaje y los distintos recodos simbólicos de la ruta son un tandem perfecto para una excursión completa. M.LL
Imagen principal - El inmenso paisaje y los distintos recodos simbólicos de la ruta son un tandem perfecto para una excursión completa.
Imagen secundaria 1 - El inmenso paisaje y los distintos recodos simbólicos de la ruta son un tandem perfecto para una excursión completa.
Imagen secundaria 2 - El inmenso paisaje y los distintos recodos simbólicos de la ruta son un tandem perfecto para una excursión completa.

De camino al Cantu'l Osu se pasa por el Tesu la Oración, un lugar con fuerte carga telúrica del que se dice que fue zona ritual de pastores y caminantes: siempre se detenían en este punto a rezar y conjurar la suerte antes de internarse en las montañas altas. Un sitio frontera, umbral entre los valles habitados y el monte salvaje. Una parada en la que pedir fortuna antes de cruzar hacia el reino del silencio y la altura.

Detalles de elemantos que se van encontrando en la senda, más allá de las amplias vistas cumbreras.
Imagen principal - Detalles de elemantos que se van encontrando en la senda, más allá de las amplias vistas cumbreras.
Imagen secundaria 1 - Detalles de elemantos que se van encontrando en la senda, más allá de las amplias vistas cumbreras.
Imagen secundaria 2 - Detalles de elemantos que se van encontrando en la senda, más allá de las amplias vistas cumbreras.

Tras muchos pasos la senda recala en Brañagallones, mítica braña de pastores hoy reconvertida en zona de descanso y refugio de montañeros. A más de 1.200 metros, esta vega glaciar cerrada por montañas es un lugar simbólico, guardián de la memoria del trabajo y la comunidad, pero también un escenario en el que la belleza sobrecoge. Quien llega por primera vez, siente cómo el pulso se acelera ante la inmensidad del paisaje al tiempo que se percibe sensación de hogar, de calma…

Tesu la oración, un lugar vinculado al ritual y a las buenas vistas

Y no son los únicos lugares especiales del recorrido: el Mirador Monte Redes, los bosques de hayas y castaños, el Collaín de los Madreñeros... todo el trayecto está salpicado de rincones con alma, de símbolos y rastros de una cultura ancestral del monte. Es una ruta perfecta para descargar y desconectar, para pasar una jornada completa en comunión con la montaña y regresar a casa con el cuerpo y el alma renovados.

Detalles de Brañagallones.
Imagen principal - Detalles de Brañagallones.
Imagen secundaria 1 - Detalles de Brañagallones.
Imagen secundaria 2 - Detalles de Brañagallones.

Eso sí, no es un trayecto sencillo. Como toda experiencia intensa, exige algo de esfuerzo. Puede adaptarse, claro: subir solo hasta Brañagallones y desde ahí dar la vuelta; o regresar desde el Mirador Monte Redes… o hacerla completa en dos jornadas, pernoctando en el refugio.

Collain de los madreñeros.

Para quien decida afrontarla de un tirón debe saber que esta ruta traza más de 20 kilómetros entre la ida y la vuelta y salva un desnivel considerable. Por lo demás, no hay escollos, solo un sendero que asciende entre espesuras y valles glaciares y culmina a 1.700 metros, sobre una cima que un día —no tan lejano— fue testigo (y morada) de los pasos y las rutinas de grandes osos salvajes.

El cantu´l Osu desde el mirador del Tesu la Oración

Paso a paso: desde Bezanes a Brañagallones y al Cantu´l Osu:

La ruta arranca en Bezanes, preciosa y acogedora aldea enclavada entre árboles y roca. Desde aquí, una pista ancha se abre en zigzag monte arriba: es por ahí. Y no va a ser un inicio llano: aunque se trata de un camino cómodo, señalizado y hormigonado en bastantes tramos, también salva una importante pendiente.

El camino avanza entre praderías y cabañas dejando atrás el pueblo. A medida que gana altura, va adentrándose por entre zonas de vegetación más frondosa. En los tramos de bosque, la subida se dulcifica, se suaviza ligeramente… da gusto avanzar entre castaños, robles y hayas en busca de esa puerta a las alturas a la que llaman Tesu de la oración.

Por el camino del bosque nos da tiempo a profundizar en la simbología. El lugar al que nos dirigimos se llama Tesu la oración, aunque también muchos utilizan Texu. Hay diferencias: el término «tesu» es la forma asturiana de teso, que significa altozano. Pero al ir enlazado con la palabra oración y estar a pie de bosque no sería extraño que en este lugar también hubiese habido un Texu (árbol sagrado para los celtas con el que se marcaban puntos de fuerte energía).

Bezanes.

Cuando el bosque concluye, alcanzamos por fin esa loma que es frontera entre la parte baja y alta del monte. Este lugar está ya a 1000 metros de altura y desde él se domina una buena vista del cercano y ancho valle que surca el río Nalón. Además, alzada en el horizonte como buscando el cielo, se ve la enorme roca que hace de cumbrera del Cantu´l Osu.

Los tramos de bosque profundo son constantes en esta ruta.

Aquí comienza el mundo de la montaña, mucho más salvaje y lleno de peligros. Por eso, desde tiempos lejanísimos este lugar fue convertido en punto estratégico. De ahí su nombre: indica que conviene detenerse a conjurar la suerte, a lanzar algún sortilegio, oración o deseo de fortuna.

Parada en el Tesu la Oración.
Imagen principal - Parada en el Tesu la Oración.
Imagen secundaria 1 - Parada en el Tesu la Oración.
Imagen secundaria 2 - Parada en el Tesu la Oración.

A partir de aquí la excursión cambia de aire. Las vistas se van abriendo, dejando paso a un panorama de montañas pintadas de una gama cromática que es hipnótica. Además, la senda deambula durante buenos trechos por zonas de bosque tupido: los robles y las hayas hacen de vigías y de cúpulas del camino, convirtiendo el tránsito hacia Brañagallones en toda una delicia de paseo (aunque, por desgracia, las últimas oleadas de incendios del pasado verano han hecho una enorme mella en este paisaje).

Tras recorrer buenos tramos de bosque, con vistas a cumbres míticas como el Cascayón o la Peña´l Vientu, se toma una pista que atraviesa un pequeño túnel y desemboca en un nuevo mirador, el de Monte Redes: un balcón diseñado para admirar la majestuosidad de este frondoso y mágico mundo del Parque Natural de Redes. Desde aquí, a lo lejos, ya se visualiza la braña hacia la que viajamos: el siguiente puerto importante de esta excursión.

La senda se adentra ahora en un tramo de amable y sobrecogedora belleza: el paisaje dominado por el bosque deja paso ahora a un mundo más abierto, de aires más libres y fríos, de aromas más densos…las praderas inclinadas, los animales pastando y la apertura van orquestándose en cada paso, transformando el ambiente por el que se camina mientras se penetra en la gran vega de Brañagallones, mítica y bellísima: una planicie de origen glaciar ataviada de cabañas que está rodeada de montañas.

He aquí un punto clave del camino. Una antigua morada de pastores y ganados desde la que parten numerosos caminos para alzarse a las cimas de este territorio: el mismo Cantu'l Osu, se eleva al sur como un faro de piedra.

el camino que va hacia allí se desprende de la vega y se interna de nuevo en el monte. Al principio, la senda avanza entre praderías abiertas, pero pronto se estrecha y se adentra en un paso boscoso, húmedo y umbrío. Poco después, un jitu de piedra marca el punto en el que hay que girar a la derecha, dejando atrás las rodadas principales para tomar una vereda más alta que asciende con firmeza hacia las laderas del Cantu.

Paso estrehco a través del bosque rumbo al Cantu´l Osu.

A medida que se gana altura, la espesura se abre y, al volver la vista atrás, se contempla Brañagallones desde arriba, extendida como una alfombra verde entre montañas. Es una imagen poderosa: la braña queda abajo, diminuta y luminosa, mientras el camino avanza entre verdes y rocas hacia el reino del silencio.

Un poco más adelante, un panel informativo anuncia «Cantu'l Osu 1 km»: es el último tramo.. Desde ahí, el sendero se empina y serpentea entre piedras hasta alcanzar la cresta, donde la cumbre buscada se abre majestuosa, como un balcón natural sobre todo el Parque de Redes.

En el horizonte, resaltan las visiones de los colosos de Picos de Europa, la sierra del Sueve –que desde aquí parece chata- con un extenso campo de mar tras ella…los montes de Ponga y las cumbres cercanas (y vecinas) del Cantu´l Osu componen el resto de la visión estupenda que se otea desde esta cima.

Vistas de altura desde el Cantu´l Osu
Imagen principal - Vistas de altura desde el Cantu´l Osu
Imagen secundaria 1 - Vistas de altura desde el Cantu´l Osu
Imagen secundaria 2 - Vistas de altura desde el Cantu´l Osu

Tras disfrutar de la cumbrera y las vistas, toca emprender regreso: el camino sigue en buena parte los pasos ya andados, pero ahora el paisaje se percibe distinto. Conviene tomarse la vuelta con calma, deteniéndose en los claros del bosque, en las fuentes que brotan frescas (como la Fuente Pandu Quemau o la Fuente El Andorviu) y en las cabañas y collados soleados que jalonan el sendero. Cada rincón guarda un eco distinto: un murmullo de agua, un aroma de tierra húmeda, una luz especial, un árbol viejo que duerme cerca de la vereda…

Imagen principal - A Brañagallones y al Cantu´l Osu: una ruta llena de paisaje y simbolismo
Imagen secundaria 1 - A Brañagallones y al Cantu´l Osu: una ruta llena de paisaje y simbolismo
Imagen secundaria 2 - A Brañagallones y al Cantu´l Osu: una ruta llena de paisaje y simbolismo

El lugar denominado como Collaín de los Madreñeros es perfecto para realizar una última parada contemplativa: las montañas altas del Parque de Redes sucediéndose en pliegues infinitos, los verdes, ocres y azules otoñales, el recuerdo de los aires libres en los altos del Cantu´l Osu...

El resto del camino discurre en descenso amable, entre rumor de bosque, hasta que la aldea de Bezanes aparece de nuevo, estirándose entre las primeras sombras de la tarde y ofreciendo el paisaje perfecto para despedirse de esta guapísima e intensa ruta hasta Brañagallones y el Cantu´l Osu

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio A Brañagallones y al Cantu´l Osu: una ruta llena de paisaje y simbolismo

A Brañagallones y al Cantu´l Osu: una ruta llena de paisaje y simbolismo