Cae a un pozo tras salir despistado de un club de alterne en La Coruña

La historia no puede ser más rocambolesca y digna candidata a protagonizar una película de humor. Ocurrió en la madrugada del domingo al lunes en el municipio de Ordes, en La Coruña.

Todo comenzó con la llamada a la policía municipal de un vecino de Castrelos, en la parroquia de Leira, en la que afirmaba estar escuchando ruidos y golpes cerca de su domicilio, sospechando de que se tratara de un intento de robo.

Las agentes municipales que estaban de guardia, dos mujeres, se trasladaron al lugar y, tras una inspección de la zona no tardaron en descubrir la causa de los golpes; se trataba de un hombre que había caído en un pozo y que era incapaz de salir por sus propios medios.

El protagonista es un vecino de Ordes de algo más de 60 años que reconoció que había pasado la noche en un club de alterne que hay en las inmediaciones, en la salida hacia La Coruña. Hacia las cuatro de la madrugada abandonó el local, pero no en muy buenas condiciones físicas, por lo que se perdió para encontrar el camino de regreso a su domicilio. Tanto fue así, que se fue en dirección contraria, hacia La Coruña por la N-550. Todo en una noche donde las temperaturas apenas sobrepasaban los 5 grados centígrados y con una lluvia persistente.

Al no aclararse en su deambular, decidió resguardarse en una casa cercana, descansando bajo la cubierta de un pequeño pozo y sentándose en el bordillo del pilón, pero perdió el equilibrio y cayó dentro.

Cuando fue rescatado por las agentes y mientras estaba esperando a un taxi, les dijo: "La vida son dos días y hay que vivirla".