Una de cada diez jóvenes ha vivido un intento de violación
El 76% admite haber tenido miedo a ser atacada, en especial en la calle y en lugares de ocio
España tiene un serio problema de comportamientos machistas y de violencia sexual generalizados. Siete de cada diez chicas de 18 a 25 años denuncian haber sido víctimas de acoso o ataques sexuales en algún momento de su vida, motivo por el que, de manera prácticamente unánime, califican la situación de violencia sexual repetida y frecuente como «un problema social de primera magnitud».
La voz de alarma está contenida en el estudio 'Sexualidad de las mujeres jóvenes en el contexto español', elaborado por el Instituto de las Mujeres. El trabajo constata que, aunque la mayoría de las chicas españolas vive su sexualidad de forma mucho más crítica y libre que las generaciones anteriores, siguen amenazadas por una enorme prevalencia de la violencia sexual y condicionadas por la pervivencia de ciertos roles y patrones machistas, al tiempo que hacen un uso insuficiente de los métodos anticonceptivos y que carecen de una educación sexual de calidad, que palian con un consumo de pornografía que distorsiona y contamina sus hábitos.
DOS CIFRAS
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67% de las consultadas ha recibido comentarios sexuales o sexistas inapropiados en espacios públicos.
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36% Ha recibido tocamientos sexuales no consentidos.
La presencia de la violencia sexual en los relatos de estas españolas, recogidos por los expertos a través de encuestas, grupos de discusión y escucha de redes sociales, es considerada como muy preocupante. Un 67% de estas adolescentes y jóvenes afirma ser objeto de comentarios sexistas o sexuales inapropiados en la calle, en el trabajo o en el centro de estudios; casi la mitad han recibido imágenes o mensajes sexuales sin su consentimiento por internet y también un 36% ha sufrido tocamientos indeseados, la mayoría al descuido (en transporte público, locales o aglomeraciones). Pero el dato quizá más impactante que incorpora el estudio es que el 9,1% de las jóvenes españolas confiesa haber sido objeto de un intento de violación e, incluso, de haberla padecido.
No es de extrañar que dos de cada tres chicas admitan que en algunos momentos de su vida sientan miedo de ser víctimas de la violencia sexual, de forma mayoritaria cuando están en calles o parques (61%) o en bares y discotecas (42%), pero también estando a solas con su pareja (8%).
Las chicas españolas valoran con un 6,6 de media la satisfacción con su propia vida sexual y describen un ejercicio libre y tolerante distinto al de sus madres y abuelas, pero, no obstante, persisten algunos datos preocupantes, que delatan patrones machistas, como la casi obligación de satisfacer el deseo sexual de la pareja. Una de cada seis españolas de 18 a 25 años confiesa haber tenido en alguna ocasión sexo con otra persona sin ganas.
Estos borrones en el disfrute de una sexualidad libre se entienden mejor si se tiene en cuenta que la mayoría de las chicas indica que, ante las muchas carencias de su educación sexual, la visualización de imágenes y películas pornográficas se ha convertido en «una escuela sexual», con el evidente riesgo de adquirir un conocimiento distorsionado y de interiorizar un tipo de relaciones que reproducen roles machistas y violentos. La mitad de las jóvenes españolas consume porno en internet, con un primer acceso a estas descargas sobre los 15 años. En ocasiones lo hacen animadas por los chicos, consumidores habituales y desde edades más tempranas.