El Acuario garantiza la conservación de más de 3.000 animales durante el cierre

Tres acuaristas bucean en los acuarios para mantenerlos en buen estado, trabajan en turnos de lunes a domingo y realizan «una parte crítica para el bienestar animal que consiste en mantenerlos limpios», dice Alejandro Beneit, director del centro.

La limpieza de cada acuario lleva aproximadamente una hora de trabajo y a diario suelen entrar en dos o tres, así van rotando para «que las instalaciones estén en las mejores condiciones que se necesitan», detalla Beneit.

El tiempo que se dedica a cada zona depende mucho del tamaño del acuario, además de la limpieza de los acrílicos de la parte exterior, dentro del agua los buzos hacen un «sifonado del fondo, para ello «usan un aparato que va removiendo el fondo y luego se frotan las rocas para quitar toda el alga que no es necesaria y que podría desequilibrar el sistema que se tiene». El siguiente paso consiste en limpiar todos los filtros y las rejillas, para asegurar que, por ejemplo, «ningún pez lo haya tapado con una roca», explica.

Los buzos proceden a la limpieza mientras los animales están dentro del mismo acuario, excepto en el caso del pez escorpión porque esta especie que habita en aguas tropicales es venenosa, por eso la limpieza se hace desde fuera.

El trabajo de cuidados de animales, tanto biológicos como veterinarios o de mantenimiento de tanques, es idéntico. «A los animales no les ha afectado en nada, ellos siguen teniendo el mismo tipo de comida, el mismo ritmo en los cuidados. Lo único que les ha cambiado es la hora de comida por la organización por la crisis por el coronavirus. No se ha observado un comportamiento diferente en los animales hasta ahora», dice Beneit

Aunque la rutina de los animales apenas ha cambiado, sí la de los trabajadores. Se ha aplicado un el ERTE al personal que trabaja en atención al público, marketing, educaciòn, restauración... pero no a la plantilla que se dedica al cuidado de los animales. El personal de Biología, Veterinaria y Mantenimiento trabaja al 100%; eso sí, dividido en tres grupos de 5 personas cada uno que están organizados, para trabajar a turnos, y evitando el contacto entre ellos. De este modo si alguien es afectado por el coronavirus no tiene que irse la plantilla de cuarentena y dejar el Acuario sin personal.

Se ha parado el desarrollo de un proyecto nuevo, la inmersión con gafas 3D al fondo abisal y trabajos para modernizar el Acuario, como la reestructuración del vestíbulo de entrada y la reparación de goteras. «Todo nuestro personal está centrado ahora en mantener a la colección y el edifico en buenas condiciones».