Barbón reconoce estar «preocupado» por la llegada de turistas de las comunidades más afectadas por el COVID

El presidente del Principado, Adrián Barbón, reconoció esta mañana estar «preocupado» por el riesgo real que supone para Asturias la llegada de turistas procedentes de las comunidades más afectadas por el coronavirus a partir del próximo domingo, 21 de junio, cuando decaiga el estado de alarma. Un instrumento que, defendió el jefe del Ejecutivo autonómico, ha permitido controlar la movilidad entre territorios durante estos últimos meses pero que, la falta de apoyo en el Congreso, impide al Gobierno nacional mantener durante más tiempo. «No hay otra forma legal para mantener ese tipo de control y por desgracia yo tampoco tengo esa competencia», dijo. «Que no haya estado de alarma es una mala noticia fruto de la tensión y del debate partidista con el que se está afrontando este tema a nivel nacional», reprochó.

El Gobierno regional apela por lo tanto a la responsabilidad individual porque «cuanta más movilidad, más rebrotes», asumió el presidente, que ha venido defendiendo durante todo este tiempo mantener el estado de alarma al menos unas semanas más para que las comunidades que en este momento se encuentran en una fase epidemiológica diferente a la nuestra se equiparen. «Pero es algo que no depende del Principado, por desgracia, ni del Gobierno de España, sino del Congreso», insistió.

El Principado, que no tiene previsto adoptar ningún tipo de medida esta semana para flexibilizar la fase 3, trabaja ya en un decreto para regular la nueva normalidad en Asturias una vez que los gobiernos autonómicos recuperen sus competencias el próximo 21 de junio. Será un decreto, indicó, que se podrá ir modificando en función de la evolución de la epidemia y que permitirá al Gobierno regional adoptar «decisiones contundentes» en caso de nuevos brotes. Por otra parte, aunque quiso ser prudente en sus palabras a la espera de recibir una explicación directa por parte del Ayuntamiento de Gijón, Barbón reconoció no haber sido informado por el equipo de Ana González de su decisión de abrir los parques infantiles y anunció que se pondrá en contacto con el gobierno local «para saber en qué fundamentan esa apertura». Por su parte, se comprometió a abrir de forma gradual los consultorios periféricos que fueron cerrados tras declararse el estado de alarma, si bien explicó que será necesario adaptar estos equipamientos a la nueva situación para crear circuitos diferente para aquellas personas que acudan al médico con sospechas de haberse contagiado del COVID-19.

Barbón, que desde que comenzó el estado de alarma ofrece todos los sábados una rueda de prensa para informar de la evolución de la epidemia, anunció esta mañana que la ley de salud pública que el Gobierno regional tenía previsto sacar adelante en la segunda mitad de la legislatura será ahora una «prioridad» para este Ejecutivo. Con ella, dijo, esperan poder dotar al Principado de mecanismos como los que ya cuentan otras comunidades vecinas, como Galicia, para poder declarar en caso necesario la emergencia sanitaria.