Asturias cose su sello en Madrid

La cita de mayor calado de la moda española abría sus puertas por tercera vez consecutiva a Marcos Luengo, quien no defraudó. El diseñador volvió a presentar trajes para el día y la noche y vestidos de novia, y se mantuvo fiel a la lana, la napa y el terciopelo, presentados con elegantes bordados. La apuesta de Luengo por el color fue la gran novedad de su colección, trabajando una paleta que partió del blanco y tuvo parada en prácticamente todas las posibilidades.

La puesta en escena de los maniquíes no dejó indiferente a nadie. Corría a cargo del artista japonés Tadanori Yamaguchi, habitual en las salas de arte asturianas y que ahora expone en la Galería Marlborough de Madrid. En él se ha inspirado el moscón para crear esta colección, de clara influencia japonesa. Una pantalla mostraba al artista trabajando su técnica 'kizamu', consistente en la superposición de capas y capas de pintura. La imagen partía del blanco y sobre este iban apareciendo rojos, verdes, azules... Era entonces cuando las modelos salían al escenario luciendo el color predominante en este momento. Un juego que se llevó los aplausos del público y que terminó con un abrazo entre el diseñador y el artista, que veía el desfile en primera línea. Y más tarde fue el turno para la familia Marinero. Jerseys oversize, mangas desmontables, gabardinas, pliegues y superposiciones conformaron 'Elementos', colección inspirada en la naturaleza. De ahí que los colores imperantes fueran verdes, azules y ocres, pero también se vieran morados y naranjas. Abundaron la lana, los crepes y el punto y los aplausos se redoblaron cuando salían chaquetas y abrigos. No hay que olvidar que, aunque la marca ahora apuesta firmemente por lo textil, su buque insignia son las pieles. De la treintena de diseños presentados, dos fueron hombres, resultado de una colaboración con la sastrería Lander Urquijo.

La última jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week -la de hoy se dedica a nuevos talentos- también contó con la presencia de Ion Fiz, Juana Martín, García Madrid e Isabel Núñez. El diseñador vasco subió a la pasarela al animado Bob Esponja y la cordobesa lo llenó todo de lentejuelas flecos y volantes. La marca de sastrería apostó por el cashmere y la lana y la gallega cerró el programa devolviendo a la actualidad el arte de los años veinte.