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Jueves, 1 de enero 1970
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Una atención excesiva al móvil puede provocar escenas tan surrealistas como esta que ocurrió en Brasil… Un hombre entra a robar a punta de pistola en el local. Todo el mundo se agacha, pero un chico sigue escribiendo con su móvil como si nada.
El ladrón se acerca a la barra, roba el dinero y se marcha por donde ha venido. El hombre del móvil ni se ha dado cuenta de lo que ha ocurrido.
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