Borrar
Violeta Cuervo, propietaria de La Bella Coqueta, en el salón de la casona familiar en Llanes.

Ver fotos

Violeta Cuervo, propietaria de La Bella Coqueta, en el salón de la casona familiar en Llanes. FOTOS: CAROLINA SANTOS

En casa de Violeta Cuervo Torres

En el Valle Oscuru. Esta casona de indianos, de estilo tradicional asturiano, se encuentra enclavada en el concejo de Llanes y es desde hace un siglo residencia de la familia política de Violeta

CARMEN DEL SOTO

Domingo, 18 de abril 2021, 01:56

Hasta Tresgrandas, parroquia del concejo de Llanes, se escapa cuando las circunstancias lo permiten Violeta Cuervo Torres, especialista en moda y propietaria de la tienda gijonesa La Bella Coqueta. Aunque, como ocurre casi siempre, no sería esta dedicación profesional la primera en seducirla. Lo suyo era ser azafata y los estudios de TCP (Tripulante de Cabina de Pasajeros) y el aprender italiano a ello iban dirigidos. Las puertas se le abrieron pronto como azafata de congresos y ferias y también como personal de tiendas de moda. Algo que le resultó fascinante y que la animó a abrir su propio negocio de ropa y complementos en 2011.

Con la pandemia no ha quedado más remedio que ampliar horizontes y, además de la venta directa, su posicionamiento en redes sociales le ha abierto las puertas del mercado nacional y portugués. Y qué mejor que ocupar las horas en Tresgrandas para componer los 'looks' y conjuntos apropiados para cada temporada.

Se trata de un precioso pueblo donde la familia paterna de su marido, el arquitecto Alfonso Moral López, posee una casona de estilo tradicional asturiano, conocida en la zona como la 'Casa de la Acera' o 'Casa de Manuel Rivero', por ser este, a su regreso de México, el que tomó la decisión de restaurarla y ampliarla. Aunque su construcción, según el año que aparece en un reloj de sol, se sitúa en 1804. El indiano astur-mexicano que acabaría siendo el primer presidente del Casino de Llanes se hizo con ella en 1915, dando lugar su reforma a un edificio de tres cuerpos y 700 metros cuadrados que se reparten en tres plantas. A él se debe también la carretera que pasa por delante y que une La Franca y La Borbolla. Su construcción hizo que el jardín de la casa quedase al otro lado, siendo perimetrado por una verja de forja artística.

Los hermanos Javier, Vicente y Alfonso Moral Palacio son sus actuales residentes y propietarios, recayendo en el hijo de este último y marido de Violeta el encargo de realizar la que ha sido última reforma, consistente en recuperar la fachada original en piedra y modernizar el conjunto, que conserva el clásico corredor y una inmensa galería que permite el paso de la luz natural al salón principal. Los cortinones de muletón, confeccionados en tapicerías catalanas, protegen el techo, una de las joyas de la casa, al estar decorado con pinturas florales, originales de principios del siglo XX. También fue transformada la zona de cocina, convertida en funcional zona de estar y que cuenta con altillo.

Sobre los suelos de castaño se extienden alfombras y mobiliario de distintos estilos que encajan a la perfección como soporte de vajillas, juegos de café y objetos en plata de ley. Una lámpara en corona de bronce y tela de pasamanería y un reloj de antesala, de pie, aportan elegancia al comedor. Las vigas han sido trabajadas a mano y se conservan cabeceros y mesitas con muchos años de antigüedad. Incluido un baúl de los que, en su día, llegó desde México.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio En casa de Violeta Cuervo Torres