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Algunas de las piezas halladas en la excavación del Sidrón.
El Sidrón refuerza sus teorías y aporta media docena de fragmentos óseos

El Sidrón refuerza sus teorías y aporta media docena de fragmentos óseos

La campaña de este año concluye tras un mes de trabajos y destapa un conducto por el que los huesos podrían haber llegado a la galería del osario

M. F. ANTUÑA

Miércoles, 2 de julio 2014, 00:20

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La campaña de excavaciones de El Sidrón ha llegado a su fin y, si bien no ha aportado un número muy elevado de restos óseos, sí ha servido para reforzar aún más lo que los investigadores ya sabían: que los huesos se concentran en una parte muy concreta de la galería del osario y que es así porque muy posiblemente llegaron a ese lugar a través de un conducto abierto al exterior.

Tras un mes de trabajos en el interior de la oquedad asturiana que ha aportado y sigue aportado mucha luz sobre el pasado neandertal, el equipo de doce personas que dirige Marco de la Rasilla ha puesto fin a una excavación en la que han dado con media docena de fragmentos óseos, «ninguno de un tamaño importante», y algunos restos de herramientas líticas.

Pero más allá de todos los restos hallados, que siguiendo los protocolos establecidos se sumarán a la amplia colección de piezas aportadas por El Sidrón y que supera los dos millares, está lo que los investigadores han podido confirmar a base de adentrarse en la cueva piloñesa. Ya el pasado año se había trabajado en la parte trasera de la galería y en esta ocasión se ha abierto la parte superior a la búsqueda de nuevos huesos. «No encontramos nada, con lo que la hipótesis de que todo está en una parte de la galería del osario se ve reforzada», apunta Marco de la Rasilla.

Desde que en 1994 se descubriera la cueva y comenzarán posteriormente las campañas de excavaciones, los trabajos se han ido desarrollando en diferentes puntos de la ya célebre galería del osario y en zonas adyacentes. Esa galería principal es una suerte de pasillo en el que, en su parte inicial, han aparecido la mayor parte de los restos óseos y también las herramientas líticas; más allá se concentran los hallazgos más ricos en ese tipo de herramientas y restos de fauna. Existe una última área sin hallazgos. Esta última campaña vuelve a ratificar esa concentración al inicio de la galería.

Ya en los últimos años los trabajos se adentraron también en la investigación de las galerías superiores y su conexión con el exterior y se ha había detectado que la única viable era una en concreto. En esta campaña se ha podido destapar un conducto y se ha confirmado que va directo hacia galería del osario. «Está muy destamantelado y erosionado», explica De la Rasilla sobre el estado de ese paso a través del que pudieron llegar los huesos a la galería. El profesor de la Universidad de Oviedo lo explica así: «Existe una bañera en cuyas partes altas estaría el lugar de los huesos, ocurre un suceso catastrófico y entran dentro; tuvieron que hacerlo por algún conducto».

Una vez concluido el trabajo de campo, queda ahora catalogar los nuevos restos óseos y líticos para que sean incorporados a las diferentes investigaciones en marcha. Los restos de los 13 individuos que habitaron la cueva 49.000 años atrás son partícipes de proyectos como el del Genoma Neandertal y han permitido conocer datos claves sobre su fisonomía y forma de vida, incluido que fueron canibalizados.

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