Un chiste sexual sobre mujeres con Síndrome Down sienta ante el juez al cómico David Suárez
El cómico se enfrenta a un año y diez meses de cárcel, una multa de 3.000 euros y la inhabilitación para ejercer su profesión en Twitter
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Oviedo
Jueves, 22 de abril 2021, 15:54
El juicio al que se enfrenta el humorista David Suárez por publicar en Twitter un chiste sexual sobre mujeres con síndrome de Down ya tiene fecha. Se celebrará el próximo 4 de mayo en el Juzgado de lo Penal número 22 de Madrid. El cómico se enfrenta a un año y diez meses de cárcel y una multa de 3.000 euros, pena que solicita para él la Fiscalía.
Además, el Ministerio Público reclama la inhabilitación para ejercer su profesión en esta red social y le acusa de un delito contra el ejercicio de los derechos fundamentales al considerar el chiste «humillante». El tweet de la discordia decía lo siguiente: «El otro día me hicieron la mejor mamada de mi vida. El secreto fue que la chica usó muchas babas. Alguna ventaja tenía que tener el síndrome de Down».
Las reacciones a su publicación no se hicieron esperar y las críticas le llovieron de multitud de usuarios e incluso del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI),. El programa de Los 40 Principales 'Yu, no te pierdas nada' le despidió como colaborador.
Ahora, la justicia también puede condenarle. En su descarga, el cómico aseguró que «nunca» había querido herir a las personas con Síndrome de Down, ni causar dolor o sufrimiento a sus familiares» y mostró su «repulsa» hacia cualquier vejación que sufra una persona, «máxime si por sus circunstancias personales es acreedora de una especial protección».
La versión del cómico
«Lo grave no es simplemente que alguien publique un tuit humorístico en el que describe cómo una persona con síndrome de Down le realiza una felación. Lo verdaderamente llamativo es la reacción de toda esa gente respetuosa y tolerante que se lleva las manos a la cabeza ante la realidad de que una persona con esta condición pueda disfrutar de una vida sexual activa. Eso sí que es intolerante y vejatorio», aseguró en un artículo posterior que ayer recordaba en redes sociales.
«Las personas con síndrome de Down, por mucho que les moleste a algunos, follan, aman, sienten, lloran, piensan, disfrutan, sufren, odian e incluso se ríen (a veces) con chistes como los míos», insiste. Además, aboga por la libertad de expresión porque «no hay nada más peligroso que creer que un chiste puede ser peligroso».
«Y eso es reparador y hasta sano», añade. «Lo que no voy a hacer jamás es pedir perdón por un chiste. Porque sería estúpido. Porque sería de cobardes», concluye.