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Coronavirus | «Me dijeron que no volviera por el súper»

Una vecina de Roces que dio positivo hace tres semanas asegura que ya pasó el virus, pero no le permiten salir a comprar ni con protección

MARLA NIETO

GIJÓN.

Sábado, 4 de abril 2020, 02:26

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Si ya es duro de por sí atravesar una enfermedad como el coronavirus, más lo es sumarle críticas sociales tras superarlo. I. P. es una vecina del barrio de Roces que hace tres semanas dio positivo en COVID-19 cuando acudió, un sábado por la tarde, al centro de salud Puerta de la Villa porque tenía 40 grados de fiebre. «No esperaba que fuese coronavirus, fui porque me sentía mal y pensé que sería gripe. Allí me hicieron varias pruebas y el lunes me llamaron por teléfono para decirme que lo tenía». El único síntoma de todos los posibles fue la alta temperatura, que a los seis días se le quitó: «A diario recibía una llamada del ambulatorio para ver qué tal estaba, hasta que les dije que ya no tenía fiebre. Me dijeron que una vez se me pasara podía salir a la calle con guantes y mascarilla a hacer la compra».

«Empezaron a dar voces»

A día de hoy asegura encontrarse bien, pero no le han hecho el test de confirmación. Por eso, ayer salió con todo el equipo de protección a hacer algo de compra a un supermercado cercano a su casa. «Las cajeras, que sabían que yo había estado enferma, en cuanto me vieron allí empezaron a dar voces, me dijeron que no me querían ver allí, que les iba a contagiar», incluso, cuenta, «llamaron a la Policía. Tuve que esperar a que llegase fuera del súper y me tomaron los datos, dijeron que me iban a poner una multa. Volví a mi casa llorando».

I. P. vive sola con su perro y no tiene a nadie que le pueda hacer la compra: «¿Qué hago? ¿Me quedo sin alimentarme? ¿No puedo salir de casa ahora que ya he pasado la enfermedad ni siquiera con protección? La Policía me pide un escrito del médico que demuestre que ya estoy bien, pero es que no nos dejan acudir al centro de salud, y en ningún momento me comunicaron desde el ambulatorio que fuera necesario».

«¿Quién me ayuda?»

Después de lo sucedido, lo primero que hizo fue pedir cita con el médico para que el lunes le pueda facilitar un escrito donde se refleje que ya pasó el virus, para que cuando la llame la Policía pueda alegar. Admite sentirse en tierra de nadie: «¿A quién recurro? ¿Quién me ayuda? Yo necesito que alguien me vaya a hacer la compra. Me pasé los días de fiebre sin nadie que me echara una mano». Antes del episodio de ayer, afirma que llamó a Servicios Sociales, «pero no me atendieron; luego a la Policía, y dijeron que no era competencia de ellos. Así que opté por Cruz Roja, pero envían un pequeño paquete con lo básico, y yo necesito comida para mi perro también. Necesito que algún voluntario sea solidario conmigo».

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