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Educación garantiza que no se avanzará materia ni se evaluará mientras no haya clases

Educación garantiza que no se avanzará materia ni se evaluará mientras no haya clases

La consejera insta al profesorado a motivar a los alumnos de segundo de Bachillerato, los únicos que sí podrán ver contenidos nuevos

laura mayordomo

Viernes, 3 de abril 2020, 20:22

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«Nadie sabe si este curso se van a volver a abrir los colegios. El cuándo y el cómo sigue siendo una incógnita». Ante esta situación, lo que sí quedó claro en la reunión que mantuvieron ayer por videoconferencia la consejera de Educación, Carmen Suárez, y representantes de las asociaciones de padres y madres de la enseñanza pública y concertada es que, mientras siga sin haber clases presenciales, ni se avanzará materia –con la excepción de segundo de Bachillerato– ni se calificará ese trabajo de los alumnos. Es lo que la consejera ya acordó con los directores de centros hace unos días: durante el tercer trimestre «se trabajará, fundamentalmente, sobre aspectos relacionados con las competencias clave, sin avance en nuevos contenidos». Y estas tareas realizadas a distancia «no llevarán calificación». La excepción es segundo de Bachillerato, donde se podrá avanzar materia «siempre que se logre acceder a todo el alumnado». En cualquier caso, las tareas que realicen en sus casas «no serán evaluables en perjuicio del alumnado, pero sí en su favor». A los profesores de esta etapa les pidió que animen «en positivo y continuamente» a los alumnos. Porque esa incentivación es más importante, «que el hecho de que aprendan muchísimo».

La consejera de Educación reconoció que tanto el aprendizaje como la evaluación final de este curso están condicionados por el contexto actual. A su juicio, lo importante es que el alumnado adquiera las competencias marcadas en los currículos educativos «y menos prioritario que se sienta calificado o descalificado de una manera que le impida el paso de un curso a otro». Pidió, por tanto, que todos los centros tengan en cuenta ese contexto «no favorable» para el aprendizaje que se puede dar en algunos casos. «Deben ver esta situación. Por tanto, la evaluación tiene que venir condicionada también por esta circunstancia. El rigor absoluto, como si fuera presencial, no es posible», reconoció Suárez.

Respecto a las tareas que se están pidiendo a los alumnos, la presidenta de la federación Miguel Virgós, Clara Díaz, reclamó que sea la consejería la que unifique criterios: «Pedimos unas instrucciones firmes e iguales para todos los centros. No nos pueden bombardear y saturar a las familias desde cada centro y desde cada departamento porque bastantes problemas económicos y laborales tienen muchas ya como para añadirles una fuente más de estrés», se quejó antes de reclamar «equidad» en la carga de trabajo que se está encomendando en los distintos centros educativos.

Reconoció la consejera que esas tareas tienen que estar bien pensadas y coordinadas. «No se trata de estar ocupado en hacer fichas o responder a cuestiones que no tengan sentido. Las tareas tienen que llevar a un objetivo concreto: las competencias que debe desarrollar el alumnado».

En cuestiones de equidad también tiene mucho que ver el acceso de los alumnos a medios telemáticos que permitan su conexión con el centro educativo.

La consejería recopiló ayer las encuestas para conocer las necesidades del alumnado que se han llevado a cabo en centros públicos y privados y la prioridad será dotar a los que están en los últimos cursos. Principalmente, a los cerca de 4.000 de Bachillerato que deben realizar el examen de acceso a la Universidad en junio. El Ministerio de Educación ha facilitado 258 líneas de datos para este alumnado y «a lo que no llegue el ministerio trataremos de llegar nosotros», garantizó la consejera.

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