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Decenas de estudiantes se dirigen en manifestación hacia la Plaza Mayor de Gijón, donde se leyó un manifiesto.
Los estudiantes piden a padres y profesores que se unan  a una nueva huelga en marzo

Los estudiantes piden a padres y profesores que se unan a una nueva huelga en marzo

800 alumnos se manifiestan en Oviedo y Gijón contra un modelo universitario que les hipotecará «de por vida para obtener un título»

Elena Rodríguez

Viernes, 27 de febrero 2015, 00:33

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No pararán hasta que se derogue el decreto '3+2', por el que los grados se reducen de cuatro a tres años y los másteres se amplían de uno a dos. Lo dijo el Sindicato de Estudiantes al término de sendas manifestaciones en Oviedo y Gijón y que pusieron fin a los dos días de huelga que había convocado en institutos y Universidad. Si el ministro José Ignacio Wert no rectifica en una reforma a la que se podrán acoger voluntariamente las universidades, pero que considera necesaria para equipararse al modelo europeo vigente, volverán a salir a la calle. Lo harán los días 17 y 18 de marzo. Insisten en que «lo que está en juego, el derecho a estudiar en la Universidad Pública, es muy grave. Por eso, quieren «golpear más fuerte» y piden a «profesores, padres y todas las organizaciones y colectivos de la izquierda» que se unan a la movilización prevista el próximo mes. Su intención es que «sea una huelga general de toda la comunidad educativa para anular los recortes que, desde el poder, están asestando a la educación pública».

Más de 800 alumnos participaron en las dos marchas. La de Oviedo, con 500, comenzó en la plaza de la Catedral y culminó en la Consejería de Educación, y la de Gijón, con unos 300, partió de la plaza del Instituto y acabó en la Plaza Mayor.

«Hemos venido porque vamos a tener que pagar más por la misma formación y las materias nos las van a meter con calzador al acortar las carreras. Con el encarecimiento de la enseñanza superior, muy pocos van a poder estudiar lo que quieren», decía una universitaria que acudió a la manifestación gijonesa. Tanto ella como otro asistente, Álvaro Gallego, del IES La Laboral, insistían en la «importancia de que todo el mundo se una, porque hay mucha gente en contra». En la lectura del manifiesto, la portavoz del Sindicato de Estudiantes, Anahi López, quiso desmontar «las mentiras» del Wert: «No va a ser un ahorro para las familias, porque nos costará más de 15.000 euros, y no nos va a equiparar a Europa, porque en el 70% de los países, la universidad es gratuita o a precios muy bajos. Nos dice que hay que seguir el modelo norteamericano, pero no queremos hipotecarnos de por vida para obtener un título superior».

Propuestas tras el encierro

Según el sindicato, la huelga, en su segundo día, tuvo un respaldo de entre el 90% y 95% en los institutos, y del 70% en las facultades. La Universidad, por contra, aseguró que «hubo normalidad en todos los campus». El día comenzó con la salida de 25 miembros de las Asambleas Abiertas de la Universidad del Edificio Histórico, donde se habían encerrado para debatir propuestas de mejora en la institución académica. La congelación de las tasas para ir bajándolas y la posibilidad de implantar el paro académico, como en Sevilla, que permite el cese de todas las actividades académicas, son algunas de ellas.

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