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Alumnos de Secundaria del IES Doña Jimena de Gijón vuelven a las aulas el primer día de curso. Arnaldo García

Vuelta a las aulas | Una vuelta a las aulas en ESO, Bachillerato y FP entre el «optimismo» y la «resignación»

El 93% del alumnado matriculado ha asistido a clase este lunes en estas tres etapas educativas tras el confinamiento | Este será el curso de la semipresencialidad a partir de tercero de la ESO en aquellos centros que no puedan garantizar la distancia de seguridad en el aula

olga esteban / ELENA RODRÍGUEZ / alberto arce / alejandro Fuente / GLORIA POMARADA / cristina del río

Gijón / Oviedo / Avilés

Lunes, 28 de septiembre 2020, 10:18

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El 93% del alumnado matriculado en ESO, Bachillerato y Formación Profesional (FP) ha asistido este lunes a clase, en la vuelta a las aulas de estas tres etapas educativas tras el confinamiento.

El curso ha comenzado con normalidad y en la primera jornada lectiva se ha garantizado tanto la presencialidad en 1º y 2º de Secundaria como la semipresencialidad, a partir de 3º, en aquellos institutos y colegios que utilizarán este modelo organizativo. En total, más de la mitad de los centros ha logrado estructurar todo su horario de tal manera que no tendrán que impartir docencia telemática.

Vuelven todos excepto los de Laviana, donde el Gobierno del Principado ha decidido retrasar la vuelta hasta el miércoles, para poder repetir las pruebas PCR a todos los jóvenes de entre 13 y 18 años. Solo los alumnos de primero de ESO, que tienen 12 años, y los que no sean vecinos del concejo, han podido ir a clase. Asi, el IES David Vázquez, de Pola de Laviana; el IES Alto Nalón de Barredosy el centro María Inmaculada de Pola tendrán que esperar unos días más.

La Administración ha realizado un seguimiento de la primera jornada lectiva a través del Servicio de Inspección. La normalidad de esta primera jornada se veía alterada por las denuncias de varios centros asturianos ante los problemas con el transporte escolar, después de que el Consorcio de Transportes de Asturias les comunicara el viernes, casi a las tres de la tarde, los horarios de sus autobuses, que no se ajustaban a los horarios del centro. En el IES de Llanes, por ejemplo, tuvieron que cambiar el horario de los 700 estudiantes e informar a las familias durante el fin de semana. En el IES de Llanera esta situación, aunque aparentemente solucionada, ha sido la gota que ha colmado el vaso para el equipo directivo, que ha presentado su dimisión. En este sentido, la Consejería de Educación y el Consorcio de Transportes de Asturias (CTA) están trabajando en común para dar respuesta a estos inconvenientes a la mayor brevedad posible.

Por otra parte, los centros apenas han trasladado incidencias vinculadas a la pandemia del coronavirus. De manera puntual, han informado sobre ausencias entre el alumnado y el profesorado por positivos en PCR, faltas justificadas por aislamientos preventivos y estudiantes con síntomas que no han accedido a los recintos escolares. Las personas responsables de la coordinación covid, que han recibido formación específica de Salud, han manejado estos casos sospechosos.

A partir de hoy, las clases serán totalmente presenciales en 1º y 2º de la ESO y semipresenciales en aquellas unidades del resto de los cursos en las que no se pueda garantizar la distancia mínima de seguridad de 1,5 metros entre alumnos.

Para ofrecer la mejor atención al alumnado, asegurar las ratios máximas de 20 estudiantes y lograr una adecuada protección en las aulas, Educación ha autorizado la creación de 164 unidades covid en 1º y 2º de Secundaria.

El curso 2020-2021 ha comenzado en Secundaria y Bachillerato con 42.224 estudiantes matriculados, de los cuales el 75,6% acuden a centros de la red pública. Esta cifra supone un incremento de casi 2.000 respecto al año anterior. También han regresado a las aulas 11.942 alumnos inscritos en los ciclos de grado medio y superior de FP, en la modalidad presencial.

Y mientras en Secundaria arrancan, en Infantil y Primaria ha comenzado el goteo de casos positivos en las aulas, obligando ya a centros de Oviedo, Gijón, Villaviciosa, Avilés y Sotrondio, entre otros, a poner en cuarentena algunos grupos.

ARNALDO GARCÍA

Gijón: «Es un día grande. Los alumnos están en las aulas, donde tienen que estar»

Más de 850 alumnos se han incorporado esta mañana al IES Jovellanos. Los de Bachillerato lo han hecho a las 8.15 y los de la ESO, a las nueve, por tres entradas distintas (la de la calle Constitución, la de Pérez de Ayala y la de acceso al vestíbulo). Para primero y segundo de la ESO y segundo de Bachillerato, el curso será presencial en el centro gijonés. Para tercero y cuarto de Secundaria y primero de Bachillerato (no así el Internacional), será semipresencial. Según ha explicado el director, Juan Carlos Ayllón, esta mañana, de todos los alumnos, la mitad se regirá por un modelo presencial y la mitad, por otro semipresencial, en el que un subgrupo irá a clase tres días una semana y dos la siguiente, y el otro, al revés.

En primero y segundo de la ESO, el centro ha tenido que habilitar un aula más por nivel. Sobre la semipresencialidad, Ayllón ha señalado que «los grupos van a estar muy bien atendidos, pero es evidente que si van a estar la mitad del tiempo, habrá que abordar los contenidos de otra manera o no se podrán abordar todos. Hay que priorizar objetivos y contenidos»

La de hoy será una jornada de instrucciones para conocer cómo se va a desarrollar el curso. Así, en el interior, se han encontrado con rutas señalizadas, circuitos de un solo sentido y otros de dos. Y han conocido cómo serán los recreos. Los de Secundaria estarán en tres recintos: el primer curso, en uno; segundo en otro y tercero y cuarto, cuando estén en el instituto, en el último habilitado. Estarán vigilados por dos profesores. Los de Bachillerato, al ser menos y con mayor autonomía, en uno.

La asistencia ha sido del 100% y el centro ha empezado «con mucho optimismo» después de semanas de trabajo. «Está todo milimetrado», añadía Ayllón, para quien el día de hoy «es un día grande. Los alumnos están donde tienen que estar, que es en las aulas». Les han recibido el centenar de profesores del centro.

Fuera, esperaban a entrar Lucía Boogaerdt, Ainhoa Álvarez y Elsa Azcona, de tercero de la ESO. Más que la preocupación por la semipresencialidad, les inquieta que «pueda haber un positivo y nos tengan que aislar. No es que tengamos miedo, sino preocupación por lo que pueda pasar». Con ganas de ver a los compañeros, sobre todo, sí reconocían que «vamos a poder interactuar poco con ellos». Y Pelayo García, de cuarto de la ESO, cree que la semipresencialidad será llevadera. «No es nada nuevo. Ya lo hemos vivido durante el confinamiento. Y si hay que venir tres días a clase, los días que estemos en casa llevaré los deberes al día».

«Nos han pedido que respetemos los circuitos, que nos echemos desinfectante y cumplamos también las reglas establecidas para los baños. Unos son para el periodo de clases y otros para el recreo», relataban Claudia Albuerne y Nerea Ferrao, de primero de Bachillerato internacional a la salida, donde los grupos son de un máximo de doce alumnos y con desinfectante encima de las mesas.

Una estudiante usa el gel hidrológico en el acceso a un instituto de Oviedo.
Una estudiante usa el gel hidrológico en el acceso a un instituto de Oviedo. M. Rojas

Oviedo: «Estamos preparados si aparece algún caso»

Mientras tanto, en Oviedo el timbre volvió a sonar con ganas después de los meses de cerrazón en las aulas de secundaria. En el Instituto de La Ería, la 'nueva normalidad' educativa llegó con clases semipresenciales para 200 alumnos de 3º y 4º de la ESO y 1º de Bachillerato, que acudirán en días alternos; y presenciales para los 800 restantes. En ese sentido, aseguró la directora, Emma Álvarez, «consideramos que la presencialidad en 2º de Bachillerato es muy importante», y para poder alojarlos a todos cumpliendo la distancia de seguridad entre alumnos y clases que exige la ley el centro ha reconvertido espacios como el polideportivo y la biblioteca en aulas.

En ese sentido, abundó la directora, el centro ha habilitado un 'aula covid' dispuesta para poder aislar a quien presente síntomas de la enfermedad. «Esperamos que no aparezca ningún caso», ha expresado, «pero estamos preparados para ello», ha sentenciado la directora, para llamar a renglón seguido a la «responsabilidad» de los padres de no enviar a clase a sus hijos si presentan indicios de poder portar el virus.

Los chavales entraron por tandas. A las 8.30 y a las 9.15 horas por grupos divididos en letras y a través de las distintas puertas del centro para no coincidir. Una vez dentro, deben llevar mascarilla en todo momento, circular en fila y separados por la derecha y, además, deben portar consigo su propio bote de gel hidroalcohólico. En palabras de uno de los alumnos de segundo curso E, Mario Rodríguez, «los tutores nos han dado toda la información, solo tenemos que adaptarnos, teníamos muchas ganas de volver al instituto», manifestó. Una de sus compañeras de primero, Carla Franco, por su parte, explicó a la entrada que «estoy muy nerviosa», pero «la mascarilla la llevamos siempre y siempre nos lavamos las manos». A su lado, su madre Susana Blázquez explicó que aunque «al principio cuesta un poco, los jóvenes cumplen las normas a rajatabla en el centro y con los amigos».

En la otra punta de la ciudad, el IES de La Corredoria estrenó un horario novedoso para garantizar la presencialidad de los alumnos de 1º y 2º de Bachillerato, por las tardes, de 13.30 a 18.30 horas. Lo explicó a este diario el director del centro, Francisco de Asís. «La Corredoria está diseñado para 650 alumnos, pero tenemos 986 matriculados». Algo que, sumado a la crisis de la covid, ha motivado una «imposibilidad efectiva de espacio y destrucción de aulas materia muy importantes como laboratorios de física o aulas de plástica». Por eso el horario, «porque nuestros alumnos deben tener el mismo derecho que los de otros centros a llegar con las competencias plenamente desarrolladas a la EBAU».

En ese sentido, De Asís expuso que los alumnos de Bachillerato, por su parte, no lo llevan del todo bien. «Quieren igualdad respecto a otros institutos, espacios para poder dispensar bachillerato presencial, pero las administraciones llevan varios años con el problema enquistado de la construcción del segundo instituto, que nunca ha terminado de materializarse», sentenció el director.

Avilés: estudiantes «resignados» a cumplir los protocolos

Normalidad en el regreso a las aulas de los estudiantes de secundaria y bachillerato en la comarca de Avilés. Con protocolos estudiados desde hacía semanas, solo quedaba llevarlos a la práctica y en este primer día, en el que también han quedado patente las contradicciones, han funcionado. Contradicciones porque los chavales venían caminando en grupo, pero luego se tenían que separar y guardar la distancia al entrar en el recinto escolar. Oswaldo López, director del IES de La Magdalena, cree que en este curso escolar será clave la «suerte», precisamente por esa circunstancia y porque ya ha podido comprobar que hacer guardar la distancia de seguridad va a ser lo más complicado. «Son adolescentes», ha justificado.

Ha visto a los estudiantes «resignados» a cumplir unos protocolos que, en el ámbito puramente pedagógico, contemplan enseñanza semipresencial, que no es del gusto de todos porque «no es lo mismo que te enseñen matemáticas en persona que a distancia porque el sistema se puede colgar», valora Paula Rodríguez, estudiante de segundo de Bachillerato que ya tiene en mente la EBAU. «Estoy nerviosa. Dijeron que el año pasado fue fácil por las circunstancias, pero eso sube la nota media... Y eso que yo no quiero hacer carrera, pero quiero tenerla», indicó.

Alumnos a la entrada del IES Santa Bárbara de Langreo.
Alumnos a la entrada del IES Santa Bárbara de Langreo. J. C. Román

Cuencas: normalidad con muchas precauciones

La jornada escolar en la Comarca del Nalón ha comenzado bajo la alerta naranja declarada en los concejos de Langreo, San Martín del Rey Aurelio y Laviana. Normalidad con muchas precauciones y entradas escalonadas de alumnos en los centros de los dos primeros municipios.

En Laviana la situación era diferente, ya que ayer Educación decidió retrasar el inicio del curso hasta el miércoles para realizar pruebas PCR a los estudiantes. Había excepciones; los de primero de Secundaria y los de fuera del concejo sí tenían la posibilidad de acudir a las clases. Pero esta mañana el instituto David Vázquez de Pola tenía las aulas completamente vacías. Desde el centro se informó que aunque existía esa posibilidad se optó por retrasar el inicio del curso para todo el alumnado. En otro de los centros del municipio, en el IES alto Nalón de Barredos, sí que acudieron alrededor de 40 estudiantes. Lo normal habría sido 300.

En el centro de enseñanza privada María Inmaculada de Pola también dieron comienzo las clases esta mañana con restricciones. Fueron a clase 26 alumnos de primero de Secundaria. La matrícula total del centro para este curso ronda los 300 alumnos.

Muchos de los estudiantes pasaban desde esta mañana por el autocovid instalado junto al recinto ferial de pola para volver a realizar las citadas pruebas PCR antes de su regreso a las aulas.

Vídeo.

Por otra parte, escolares y padres del barrio mierense de Santullano se manifestaban esta mañana ante la sede de la Consejería de Educación, en Oviedo, para exigir la restitución del servicio de autobús al centro escolar. El problema es que la escuela Llerón Clarín se encuentra a unos dos kilómetros y medio de distancia, pero hay que atravesar un polígono industrial, se quejan.

Desde Educación ya se indicó que problema había quedado resuelto, pero los padres lamentan que no tengan la resolución por escrito, lo que puede generar problemas con el seguro de transportes.

Oriente: desajustes horarios y problemas de transporte

En el Oriente, el IES Rey Pelayo de Cangas de Onís llegaba al inicio de curso con el temor de familias y alumnos acerca de la seguridad de los barracones, pues entendían que el riesgo de contagio es mayor al no contar con una adecuada ventilación. Tras la protesta de un centenar de afectados el pasado jueves, la dirección se comprometió a trasladar las aulas de los módulos del patio al interior del centro, para lo cual fue necesario reubicar material y derribar tabiques a lo largo de este fin de semana. Así, esta mañana, los barracones no fueron ya utilizados como aulas. «Durante el fin de semana hicimos las obras y la mudanza para tenerlo todo listo hoy», dijo el director, Benjamín Argüelles. Destacó además el ambiente «tranquilo y relajado» de este primer día. «Los alumnos se lo tomaron muy en serio y cumplieron el protocolo. Los 500 estudiantes y los 70 profesores estrenamos bien la nueva normalidad escolar», dijo. «Celebramos la decisión del equipo directivo, la negativa de los padres fue importante y ahora van a dar clase en unas condiciones razonables», valoró el alcalde cangués, José Manuel González Castro.

No obstante, en Cangas sí se registraron desajustes con el horario de los buses, pues algunos alumnos llegan 20 minutos antes del inicio de las clases y deben esperar fuera del recinto, según denunciaron los padres. Por ello solicitaron soluciones, como cuidadores, para que «no estén aquí solos, porque son niños de primero y segundo de la ESO», indicó Elías González. De velar por los accesos y el tráfico se encargó además la Policía Local y la Guardia Civil.

En el IES de Llanes la vuelta a clase se desarrolló también con «normalidad» tras el cambio de horario, pues el autorizado inicialmente por Educación suponía que los alumnos de transporte tuviesen que aguardar por los buses de vuelta a casa. Ayer a la salida, a las 13.15 horas, los buses esperaban ya por el alumnado de transporte.«Los alumnos vienen muy concienciados», destacó la directora, Fernanda Fernández. En el centro llanisco, son 700 los alumnos matriculados este curso, cifra similar a años anteriores, y la docencia semipresencial se aplica a tercero y cuarto de ESO y primero de Bachillerato.

En Ribadesella, el IES Avelina Cerra el curso comenzó con 250 alumnos, clases presenciales para todos los niveles y un protocolo de seguridad interiorizado por los jóvenes desde el primer día. «Ellos mismos se escalonaron para venir, todo ha fluido muy bien. Empezamos con muchos nervios, pero también con ilusión», destacó la directora, María Dorronsoro. Para Paula Valdés, de 15 años, los nervios del primer día respondían a «tantos meses sin clase» más que a los protocolos. «Sí son un poco incómodos porque hay muchas medidas, como echar gel, hacer fila y tomar la temperatura», abundó la joven estudiante, alumna de cuarto de la ESO. «Lo noto como siempre, pero con mascarilla», contó por su parte José Manuel Cuello, de 14 años y alumno de segundo de la ESO.

En el resto de centros de la comarca oriental, el primer día se desarrolló también «con tranquilidad», coincidieron desde los equipos directivos. En el IES de Infiesto, con 300 alumnos, «la inmensa mayoría vino a clase», destacó la directora, Covadonga Fernández. «No hubo ni que llamar la atención por las mascarillas, cumplieron todos bien», destacó por su parte Jorge Fraga, director del IES El Sueve, de Arriondas. En su caso, la matrícula permanece estable en unos 190 estudiantes. Sí registran un incremento en el IES de Luces, en el concejo de Colunga, que sobrepasa los 350 alumnos. La explicación, indicaron desde el centro, es que este año cuentan con un nivel más, el correspondiente a segundo de FP de los estudios de Técnico Superior en Ganadería y Asistencia en Sanidad Animal, inaugurados el pasado curso.

Occidente

Desde el IES Galileo Galilei de Navia, la vuelta a las aulas no fue menos movida. Desde el grupo C1 de 1º de Bachillerato, el alumno Borja Fernández, al que le ha tocado la modalidad semipresencial en días alternos, aseguró que «los primeros diez minutos fueron un poco una locura, estábamos todos un poco desorientados, pero luego es fácil: mascarilla, gel y cuidado con las distancias». Por otra parte, admitió, «el tema semipresencial es un poco más complicado, hay que despertarse a la misma hora para ir a clase, pero desde casa y con el ordenador, y así es mucho más difícil concentrarse».

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