«El género es un tema relevante para el urbanismo y se debe integrar en los planes»

Tal vez no se haya parado a reflexionar al respecto, pero los hombres y las mujeres usan las ciudades de manera distinta. La arquitecta y presidenta del Comité Científico del I Congreso del Observatorio de Urbanismo con Perspectiva de Género se encargó de contarlo durante la jornada celebrada en Gijón. «El género es un tema relevante para el urbanismo y se debe integrar en los planes», incidió Inés Sánchez de Madariaga, quien citó al País Vasco como la comunidad que más ha avanzado al respecto y a Cataluña como la que tiene las indicaciones más detalladas en un anexo. En curso, los tienen Asturias, Navarra y Canarias.

Expuso, para empezar, que la decisión tomada en la segunda mitad del siglo XX de separar en las ciudades el suelo destinado a vivienda del industrial, «algo que tenía su lógica entonces, hoy es un problema desde el punto de vista de la corresponsabilidad y la efectividad del desarrollo de tareas», porque todo está más disperso. Claro que la merma no es igual en ciudades pequeñas, como Gijón, que en las grandes o en zonas rurales, donde las distancias son mayores.

La arquitecta urbanista centró entonces su discurso en las diferencias de género. En particular, en lo referido a las tareas de cuidados, que, estadísticamente, desempeñan más las mujeres. «Sigue habiendo una brecha de género. De hecho, la pandemia ha hecho retroceder diez años de avances». Esta situación implica que los usos que se hacen de las ciudades -del transporte, la arquitectura...- sean diferentes. «Quien no cuida, los varones, desarrolla un movimiento pendular porque va de su casa al trabajo y solo a otro lugar más, que puede ser el gimnasio, antes de regresar a casa. La mujer, en cambio, hace movimientos mucho más complejos y variados, porque van al colegio, a las extraescolares, a hacer las compras y gestiones varias», explicó. En resumen, mientras ellos recorren distancias más largas en pocos trayectos, ellas se mueven más, pero recorren menos kilómetros. Además, las mujeres se desplazan principalmente en transporte público.

«Hay que transformar la manera de entender la ciudad y ponernos en cuáles son las realidades específicas», reclamó la ponente, que también incidió en que tener que cuidar del hogar, los niños y los mayores fuerza a muchas mujeres a tener que trabajar solo media jornada, a renunciar a mejoras labores e, incluso, a dejar su puesto. Y esto no siempre se ha tenido en consideración de la misma manera.