Peligro en El Coto
El derrumbe parcial de una casa en la calle Salvador Moreno, hoy Avelino González Mallada, generó el pánico en la vecindad
Arantza Margolles
Lunes, 3 de julio 2023, 04:04
Debería haberse previsto mucho tiempo atrás: la vieja casa de tres plantas sita en la esquina de la calle Salvador Moreno (hoy Avelino González Mallada) con Usandizaga, en El Coto, no tenía los cimientos como para muchas alegrías. De modo que aún mucho menos para resistir que en sus alrededores se realizasen obras «para la colocación de tubería de agua», como se comenzó a hacer en el mes de junio de hace medio siglo. Acabó ocurriendo que la casa se vino abajo; parcialmente, al menos, las primeras horas, y que los vecinos, en estado de pánico, tuvieron que desalojarla por sus propios medios. Aunque acudieron los bomberos y la casa fue apuntalada, nada pudo hacerse por frenar su derrumbe. Acabó viniéndose abajo horas después, para descrédito del Ayuntamiento, ejecutor de las obras. «Parece ser», decíamos, «que la casa en cuestión no estaba convenientemente cimentada y resultó afectada al practicarse las obras en la misma acera».
Inexplicable e injusto suceso. Dos días más tarde de que un abundante reportaje gráfico de Vegafer fuera publicado por ELCOMERCIO para anunciar lo ocurrido, el consistorio habló. Lo hizo, como requería la ocasión, por medio del propio alcalde, que dijo que el municipio estaba «en la mejor disposición para atender a los perjudicados, lo cual es lógico, porque estos son vecinos de Gijón, y porque las obras que les han desahuciado se hacen por cuenta del Ayuntamiento». Eran seis las familias afectadas por el derrumbe, lo que nos movía a ser críticos. «Lo que no se debe olvidar», advertíamos al prócer, «es que las ayudas o compensaciones que pueda haber deberán proporcionarse por la vía rápida», es decir, ya mismo, «pues en caso contrario, el perjuicio de los afectados se vería multiplicado». De momento, y desde hacía días, vivían en casas de familiares, de vecinos; de prestado, sin certezas ni techo propio bajo el que guarecerse. «El buen orden público pide que casos así se eviten y exige que si, por desgracia, se producen, sean resueltos con sello de urgencia». Ya que no se había podido prevenir, que, al menos, se subsanase pronto la molestia: ojalá.