Efectos terapéuticos de los animales: alivian el estrés y ayudan a reducir el dolor

Para 2023 el Gobierno tiene previsto que esté plenamente en funcionamiento la Ley de Protección de los Animales de Compañía que ahora es un anteproyecto de ley y que igualará a España a otros países europeos en lo que a protección y respeto animal se refiere.

A partir de esta ley los animales son considerados «seres sintientes» y no objetos. Tienen sensibilidades y por eso merecen una consideración legal diferente, más justa. La ley viene a protegerlos como merecen pero hace mucho tiempo que ellos nos demuestran que son seres que sienten y qué hacen sentir.

Las iniciativas, los proyectos y los programas en los que se viene trabajando con animales de compañía desde hace tiempo son muy diversos y los resultados siempre son y han sido muy positivos.

En la Universidad Rey Juan Carlos, en Madrid, tienen en marcha una Cátedra de Animales y Sociedad, ubicada en la Facultad de Ciencias de la Salud y dirigida por la doctora Nuria Máximo que trata sobre el bienestar animal y la promoción de la salud con los animales como mediadores. Esta es la primera cátedra de estas características en una universidad pública en nuestro país.

Uno de los programas en los que están trabajando se desarrolla en colaboración con el Hospital 12 de Octubre, en Madrid, es el proyecto 'Huellas de colores'. Se puso en marcha en 2019 y es el primer programa de actividades terapéuticas en el que se incorporan intervenciones asistidas con perros en una UCI pediátrica.

Huellas de Colores tiene como principal objetivo la humanización de las estancias hospitalarias de los niños y adolescentes de la mano de las intervenciones con los perros.

Estas intervenciones con animales se consideran como un tratamiento terapéutico no farmacológico que disminuye sus niveles de dolor, de ansiedad y de miedo al provocar experiencias emocionalmente positivas a través de la presencia de estos animales durante un periodo de tiempo de forma regular.

Se desarrolló de forma presencial hasta el inicio de la pandemia y después se ha mantenido este acompañamiento terapéutico de forma online y la directora de la cátedra, la doctora Nuria Máximo ha señalado que «este acompañamiento terapéutico online ha seguido suponiendo un gran beneficio entre los pacientes, aliviando el estrés, la angustia y la soledad que habitualmente sienten durante su estancia» en el hospital.

El efecto que tienen los animales de compañía sobre la reducción del dolor en las personas no solo se ha podido comprobar mediante esta intervención en este hospital en concreto.

Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Saskatchewan, en Canadá, llegaba a la misma conclusión y además, acotaba el tiempo imprescindible para que la disminución del dolor fuera evidente.

Con solo diez minutos de afecto con un perro se consigue disminuir la sensación de dolor por parte de la persona que interactúa con el animal, que recibe ese afecto y al mismo tiempo, lo devuelve al can.

En Asturias son varios los proyectos que realizan terapias con animales, la mayoría con perros pero también con caballos. Uno de los últimos en incorporarse ha sido la asociación 'El perro de colores', que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas y contribuir al bienestar animal. Sus fundadores creen en el poder terapéutico de los animales por lo que se han organizado para desplazarse a cualquier rincón de Asturias donde puedan ejercer esa acción curativa a través de los perros con los que trabajan.

En Cuenca, se trabaja con perros en la residencia de mayores Sagrado Corazón de Jesús, dependiente de la Diputación Provincial. Se trata de unas sesiones terapéuticas que dirige la psicóloga Carolina Poniniato y que cuentan con la colaboración de la empresa Gudcan que viene desarrollando programas de terapia asistida con perros desde el año 2015.

Para muchos profesionales, ver la reacción de las personas cuando participan en terapias con perros es casi como un milagro, independientemente de la edad de la persona o de la patología que se esté tratando.

Laia Sastre, educadora social del Hospital de Día Infantil y Juvenil del Hospital Clínic, en Barcelona, lo ve de primera mano al sentir como los chicos y las chicas con las que trabaja a diario se abren y se encuentran más cómodos cuando la terapia tiene la ayuda de los perros, ellos «lo tocan, lo acarician y sus defensas se destruyen.» Las terapias son mucho más beneficiosas para ellos según esta experta.

«Es inconcebible que un país que forma parte de la Unión Europea y se considera desarrollado tuviera una ley tan obsoleta al respecto» señala la doctora Nuria Máximo sobre la nueva ley de protección de los animales de compañía.

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