Trucos para consumir de manera sostenible

La conciencia medioambiental está cada vez más presente en las rutinas de muchas personas. Según un estudio de la OCU realizado en 2019, un 73% de los españoles tiene en cuenta factores éticos o de sostenibilidad a la hora de realizar sus compras.

Son muchas las acciones que una sola persona puede hacer para cuidar el medio ambiente y es alto el impacto que estos actos pueden tener. Cada gesto realizado en el día a día hacía un consumo responsable es un impacto negativo menos. Estos son algunos cambios en los hábitos diarios para consumir de manera sostenible.

Uno de los beneficios que más impactará en el planeta y en nuestro bolsillo es el ahorro. Tanto el energético, como el menor consumo de agua y, por qué no, el menor consumo en general teniendo en mente la idea de minimalismo que tanto está sonando últimamente. Estos son algunos hábitos que se pueden hacer en este aspecto:

- Poner las cargas llenas de la lavadora, secadora o lavavajillas y, siempre que se pueda, secar las prendas al aire.

- Apagar las luces siempre que no se estén utilizando.

- Cerrar el agua durante el enjabonado, tanto de manos como en la ducha, o durante el cepillado de dientes.

- La etiqueta energética de los electrodomésticos debe de ser A+ o superior, de esta manera cada vez que funcionen consumirán menos.

- Compra sólo lo que necesites, esto hay que tenerlo en cuenta, tanto a la hora de los productos de alimentación, como en el resto de áreas. Un dato escalofriante a este respecto es que cada español tira 31 kilos de comida al año, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación recogidos en 2020.

- Utilizar bombillas de bajo consumo.

- Evitar el consumo fantasma no dejando los electrodomésticos en modo 'stand bye' como la televisión o el vídeo.

A la hora de realizar cualquier compra hay aspectos que se deben tener en cuenta para que tenga el menor impacto posible sobre el medio ambiente.

- Los productos deben ser de origen local, de esta manera se evitarán las emisiones provocadas por el transporte.

- Mejor apostar por productos de temporada cuya producción afecta menos al entorno.

- El embalaje importa. A la hora de comprar un producto prestar atención al embalaje que tiene, que se pueda reciclar o reutilizar.

- Llevar siempre bolsas reutilizables y evitar así adquirir las de plástico.

- Si se puede optar por alimentos de comercio justo, siempre será mejor opción.

- Siempre que se pueda ir con lista de la compra. Tener el menú pensado y comprar solo lo necesario para realizarlo, ayudará a evitar que los productos se estropeen y haya que tirarlos a la basura.

La tendencia hacía el minimalismo cada vez está cobrando más importancia lo que es algo muy beneficioso. Tener menos objetos, sólo los que hagan que una persona se sienta bien, hará que se compre menos y por lo tanto, se desperdicien menos cosas.

- Comprar solo lo que se necesite. Antes de que cualquier producto entre en una casa, hay que valorar mucho el uso que se le va a dar y si realmente es necesario.

- Subirse al carro de la economía circular. Si hay algo que no se quiere, ponerlo a la venta en aplicaciones de segunda mano ayudará a que pueda tener una segunda vida. De la misma manera, si se necesita algo, también se puede recurrir a este tipo de aplicaciones para adquirirlo.

- Reparar lo estropeado siempre que se pueda será mejor alternativa que tirarlo y adquirir uno nuevo.

- Hacer listas de lo que se necesita es una buena manera de evitar comprar cosas innecesarias.

- Antes de comprar algo, asegurarse que no se cuenta ya con ese producto. Muchas veces se adquieren cosas repetidas.

- Priorizar objetos realizados de manera sostenible siempre que se pueda. Esto a veces requiere de cierta investigación, pero desde luego, es la mejor alternativa.

Estos son algunos hábitos que se pueden tener en cuenta y poco a poco ir incorporando a las rutinas diarias para consumir de manera sostenible, un buen propósito de año nuevo para los que todavía no lo tienen presente.

• Temas
• Contaminación