«Este es un paso más contra el cáncer»
La Universidad de Oviedo presentó el espacio del campus gijonés donde entrenará la unidad canina de detección de tumores y covid
ANA RANERA
GIJÓN.
Viernes, 3 de junio 2022, 03:13
'Roy' y 'Nai' tenían ayer demasiados estímulos al alcance de su olfato. Estos dos perros, un springer spaniel y una pastor belga malinois, expertos en la detección de cáncer y de covid, estaban de estreno, porque, después de años de trabajo, por fin contaban con un nuevo local de entrenamiento. El espacio se encuentra dentro del campus gijonés de la Universidad de Oviedo y les servirá como escenario para «hacer ejercicios de detección», como explicaba Agustín Ortal, el presidente de Canvida. «Ahora mismo, tenemos tres guías y seis perros, dos de ellos, trabajando en cáncer; otros dos, en covid, y dos más que están en formación base», detallaba.
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Estos canes se enfrentan, al llegar al trabajo («que para ellos es una fiesta»), con una rueda de detección de siete brazos que, en cada uno de ellos, tiene colocado un olor. Una vez identifiquen el que contiene la enfermedad, la rueda gira (sin que ellos lo vean) y el perro tiene que, de nuevo, encontrar dónde está. «En el estudio del cáncer, empezamos con células cultivadas en el laboratorio y, luego, pasamos a una secreción». En cuanto a la covid, «utilizamos gasas empapadas en el sudor de las axilas de pacientes de la UCI». Unas muestras que, además, «no son nada contagiosas, lo que nos permite trabajar con tranquilidad».
Con esos sistemas, este equipo de detección está logrando unos resultados extraordinarios. «En el cáncer, hemos conseguido porcentajes de acierto en torno al 95%», señalaba orgulloso. «La particularidad de nuestro estudio es que se basa en sarcomas, que tienen unos volátiles que los perros detectan», indicaba Ortal, a sabiendas de que «esto es un paso más en la lucha contra el cáncer».
El proceso de aprendizaje de los perros lo explicaba su compañero, Miguel de Prado. «Enseñamos al perro a señalar un olor base y lo premiamos cada vez que lo detecta. Luego, vamos emparejando ese olor a otros aromas que nos interesen y vamos reduciendo la cantidad del primer olor», contaba, antes de detallar su otra línea de trabajo. «También tenemos una técnica que se basa en un juego. Aprenden con un juguete que les encanta, hasta que el juguete desaparece y solo está la sustancia que queremos que detecte».
Resulta fácil en sus explicaciones, pero parece imposible cuando se ve a los perros acertar. Por eso, la concejala de Bienestar Animal, Carmen Saras, calificaba este proyecto de «vital», mientras reconocía que puede ser muy positivo. «Si hay nuevas pandemias, vendrá muy bien, igual que para el cáncer». Al apoyo del Ayuntamiento de Gijón se suma el de EdP Solidaria, la institución que los empujó a crecer.
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