Coronavirus | La plantilla de una residencia de Langreo se confina con los usuarios
Nuestra Señora del Fresno pide «más medios» en un día en el que la red geriátrica asturiana acumula once muertes por coronavirus
CHELO TUYA
GIJÓN.
Viernes, 27 de marzo 2020, 02:20
«Nos quedamos con ellos». Son parte de los 43 miembros de la plantilla de la residencia privada Nuestra Señora del Fresno, un centro de mayores de Langreo que ha dado un paso pionero: «nos confinaremos con los residentes». Así lo aseguran los que protagonizan la imagen, aunque es una decisión «que han aceptado, de forma voluntaria todos los trabajadores», explica el gerente del grupo Gaudium Salud, que dirige la residencia.
«Hemos solicitado a la Fiscalía de Langreo que nos hagan a todos los trabajadores la prueba del COVID-19, puesto que estamos dispuestos a organizarnos para que grupos de trabajadores se confinen con los usuarios», dijo Paulo González. Un test que considera «obligatorio» antes de dar el paso del confinamiento. «Tendrían que hacer test en todos los centros, es la manera de evitar los contagios».
Muy disgustado «por la falta de apoyo, en cuanto a material, que tenemos», explica que en el centro «hemos instalado una máquina de desinfección, como las de la Unidad Militar de Emergencia (UME)», y además de disponer de « equipos de protección, mascarillas y guantes para todos».
Una protección que incrementaron hace unos días, cuando impusieron «el confinamiento parcial de los residentes, para evitar contagios», conscientes de que «es un esfuerzo ellos, pero será muy eficaz». Por ahora, apunta, «no tenemos ningún positivo».
Y eso que en la residencia langreana la mitad de los 83 residentes tienen un grado de dependencia moderado y severo. Otros veinticinco dependencia de nivel 1, mientras once personas están a la espera de que la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar valore su grado de dependencia.
Nueva muerte en Grado
Una consejería desde la que ayer se envío el mensaje de que hay más casos de muertes, nueve, y contagios, 153 en la red pública, formada por 34 centros, que en la privada, donde en sus 192 centros solo se han registrados dos fallecimientos y nueve enfermos, debido «al elevado porcentaje de residentes en los centros públicos con dependencia, más vulnerables al nuevo virus, mientras que en las privadas la mayoría de las plazas están enfocadas a personas no dependientes».
Unas declaraciones que llegan después de que todos los nuevos fallecimientos registrados ayer en Asturias por COVID-19 tengan como protagonista a un usuario de la red geriátrica: uno en Grado y dos en la oferta privada. Salud, de momento, mantiene en estudio uno de los casos, al faltar un estudio de Epidemiología.
Los tres decesos elevan a once los fallecidos por la pandemia en este tipo de alojamientos. De nuevo Grado sigue siendo el principal foco de contagio. Con el de ayer, el centro público moscón acumula siete decesos, así como 45 usuarios enfermos.
El dispositivo lleva una semana medicalizado como ocurre, desde ayer, en el otro gran foco de contagio: la residencia Palacio del Villar, en Castrillón, con dos fallecidos y una veintena de enfermos. Como Grado, es un centro de Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA). cuyo comité emitió ayer un comunicado en el que critica al ente «por la falta de material de protección y refuerzo de personal».
La Consejería de Derechos Sociales y Bienestar anunció que «dada su situación» , en el dispositivo castrillonense «se ha reforzado el personal de enfermería y sumado una médico geriatra del Área Sanitaria III, además de una coordinadora en la gestión y una coordinadora asistencial».
Está previsto que Salud incorpore un coordinador de «la actividad asistencial del centro», al que «se asegura el abastecimiento de material de protección y oxígeno», este aportado por el Ayuntamiento de Castrillón». Como apoyo a las familias, se incorporará «una segunda psicóloga».