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La representación del paso de una borrasca, sobre un mapa. E. C.
'Ana' será la primera borrasca

'Ana' será la primera borrasca

España, Francia y Portugal deciden bautizar estos fenómenos meteorológicos | La población está más atenta a las recomendaciones de seguridad cuando se le pone un nombre a la advertencia

DANIEL ROLDÁN

Viernes, 8 de diciembre 2017, 01:24

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'Wilma', 'Stan', 'Hugo', 'Katrina', 'Gordon', 'Mitch' o 'Irene' se han convertido en nombres que provocan escalofríos en muchos lugares de América, desde el sur de Estados Unidos, pasando por las Antillas, México o Centroamérica. Nombres de huracanes asociados a la destrucción y a la desgracia. El bautizo de ciclones, huracanes y tormentas tropicales comenzó usando el santoral. El día del paso de los vientos huracanados, el santo del calendario. A finales del siglo XIX, el meteorólogo australiano Clement L. Wragge fue el primero en usar nombres de mujer para nombrar a los fenómenos meteorológicos, costumbre que Estados Unidos aplicó desde 1953. Después de la creación del Centro Nacional de Huracanes (NHC, en sus siglas en inglés), comenzó la alternancia entre los nombres femeninos y masculinos.

A este lado del Atlántico, es la Universidad Libre de Berlín la que nombra a anticiclones y borrascas desde 1954. Sin embargo, el sistema usado por esta institución no hace distingos y pone nombre a cualquier perturbación seria.

Eso es lo que quieren evitar la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) junto a sus homólogas Météo France y el Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA). Juntas bautizan desde el 1 de diciembre a las borrascas profundas, que son aquellos ciclones que transcurren por latitudes medias, entre los 30 y los 60 grados. Son sistemas de bajas presiones donde el viento gira en sentido contrario a las agujas del reloj en el hemisferio norte.

Asociados a las borrascas se suelen producir vientos fuertes o muy fuertes

Asociados a las borrascas se suelen producir vientos fuertes o muy fuertes, que serán más intensos cuanto menor sea el mínimo de presión en el centro de la baja. En España, estas rachas de viento deben tener sus máximas superiores a 90, 100 y 110 kilómetros por hora en función de las zonas para llegar a los niveles naranja o rojo.

Este sistema para la temporada 2017-18 de borrascas profundas comenzará con 'Ana', a la que seguirán 'Bruno' y 'Carmen'. El objetivo es mejorar la comunicación de los avatares climáticos, a la estela de lo que hicieron las autoridades británicas e irlandesas en las anteriores campañas. Las encuestas en estos dos países demostraron que la población está más atenta a las recomendaciones de seguridad cuando se le pone un nombre a la advertencia.

No obstante, la medida tiene cláusulas. Si la borrasca ya ha sido bautizada antes por la NHC porque en su zona era un huracán, se deberá usar el mismo nombre utilizando el prefijo 'ex' -'ex Mitch'-. Quedan fuera las borrascas mediterráneas, «que se intentarán abordar en el futuro», según la Aemet. Además, los avisos locales -cierzo, levante en el Estrecho, por ejemplo- tampoco se tendrán en cuenta.

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