El Principado cree que los últimos brotes no deben afectar al cambio de fase

El Gobierno asturiano considera que los últimos brotes de coronavirus detectados en dos residencias de ancianos de Oviedo y Gijón «no tienen por qué afectar» al cambio de fase en la desescalada del confinamiento solicitado por el Principado para que se aplique a partir del próximo lunes.

Según ha señalado la portavoz del Ejecutivo y consejera de Derechos Sociales, Melania Álvarez, ambos brotes, cuyo origen «no es posible determinar» aunque se está trabajando por hacerlo, están «bien localizados» y han servido para demostrar «la capacidad de respuesta» del sistema sociosanitario del Principado.

De cara a esa nueva fase en la que Asturias podría entrar la próxima semana, y después de que el resto de comunidades de la cornisa cantábrica hayan pedido que se autorice la movilidad entre las mismas al encontrarse en la misma etapa, Álvarez ha apuntado que esa posibilidad debe abordarse una vez dentro de ese periodo «con prudencia y sin poner en riesgo lo conseguido».

El objetivo, según la portavoz del Ejecutivo asturiano, es «que se vayan cumpliendo fases de la desescalada de acuerdo con lo previsto por el Gobierno de España» dado que, a su juicio, «cada paso debe ser firme y que no se trata de una carrera sino de avanzar con seguridad».

En cuanto a las posibles normas específicas para Asturias que el Gobierno del Principado apruebe vía decreto para regular esa tercera fase de la desescalada, Álvarez ha señalado que cada área del Ejecutivo trabaja «para adaptar las distintas situaciones al paso a la fase 3».

En este ámbito, la portavoz ha señalado que la posibilidad de que el derbi regional entre el Real Oviedo y el Sporting de Gijón a disputar en el mes de junio se juegue con público será «una de las cuestiones a valorar» si Asturias entra en la fase 3 de la desescalada.