Promesa ciclista a la Santina con 87 años
El sierense José Luis Quidiello fue en bicicleta por vigesimocuarto año consecutivo de Lieres a Covadonga, para rezar por su amigo El Tarangu
JOSÉ CEZÓN DOMÍNGUEZ
LIERES (SIERO).
Jueves, 17 de septiembre 2020, 02:57
La palabra de José Luis Quidiello es sagrada. Cuando falleció en julio de 1996 su íntimo amigo José Manuel Fuente, 'El Tarangu', este sierense prometió que cada año recorrería en bicicleta los 62 kilómetros que separan su vivienda en Espinera (Lieres) de Covadonga, donde rezaría un padrenuestro a la Santina en memoria del mejor ciclista asturiano de todos los tiempos. Veinticuatro veranos después de aquel juramento, y con 87 años recién cumplidos, Quidiello partió el martes rumbo al santuario provisto de un maillot asturiano, casco y un plátano como único refrigerio.
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Por segunda vez, lo hizo subido a una bicicleta eléctrica italiana Olmo y con un transistor sujeto al manillar con cinta americana. «Esta bici no ye una moto», aclara a los amigos de restar méritos, «pero te ayuda a andar».
El Garaje Paco, de Granda, le había ofrecido un coche de asistencia y un mecánico, pero el octogenario lo rechazó agradecido y prefirió que solo le acompañara su yerno. Llegaron a la meta «con tranquilidad» en tres horas, incluyendo el paréntesis obligado para tomar un café en el bar Río Grande, de Cangas de Onís. No era una tregua, sino otro homenaje póstumo: allí siempre paraba con «'El Taranguín'» cuando ambos iban pedaleando a venerar a la Virgen.
Después de rezar en la cueva y depositar una limosna, Quidiello bajó en bicicleta a almorzar a Arriondas, donde ya le esperaba su nieto con un vehículo, aunque asegura que le sobraban fuerzas para regresar a casa de la misma guisa. «Estoy muy contentu, porque me alcuentro divinamente bien de salud», afirmaba orgulloso. Este combativo exalcalde de barrio de Lieres -que logró un costoso puente sobre la autovía que partió en dos la parroquia- sigue saliendo en bici en días alternos. El contador digital registra 2.250 kilómetros en este año viral.
Su amor por el ciclismo se remonta a los 16 años, cuando consiguió una bicicleta CAG «por mediación de mi padre en la mina de Solvay». Desde entonces nunca dejó de practicarlo: «De joven igual andaba cien kilómetros al día o iba hasta Santander». Y así trabó amistad con el bravo corredor de Limanes, bicampeón de la Vuelta a España, a quien acompañó en la salud y en la enfermedad. Quidiello llegó a plantarse en el hospital a ofrecer un riñón para salvar a su «hermanu pequeñu», pero era incompatible. Y ambos se conjuraron para honrar a la Santina si superaba aquel trance.
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Ese fue el germen de una promesa que nunca pasa inadvertida. Esta vez resultó que el nuevo dueño del bar cangués le conocía de antes y les convidó. Se retrató para la posteridad con improvisados admiradores. Y en Covadonga, una señora quedó tan boquiabierta cuando le desveló la edad, que se la tuvo que repetir dos veces. Al relatarle su promesa, Quidiello se vino arriba: «Dije-y que la Santina se emocionó al veme».
Culminar su hazaña en 2021
A ella le atribuye que el martes amaneciera radiante tras una noche furiosa. Y a la reina de nuestra montaña se encomienda para poner el broche a su emotiva hazaña: «Si Dios quier, y la Santina me ayuda, espero poder cumplir el añu que vien el veinticinco aniversario. Ye lo que más anhelo en la vida». Y José Luis Quidiello siempre cumple su palabra de paisano.
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